Carlos Moyá “Ciertas horas soy técnico; nunca dejo de ser amigo”
Carlos Moyá (Palma, 41 años) vive su primera temporada como entrenador principal de Nadal, tras la marcha de su tío Toni. Lo compagina con su vida familiar como puede y en Australia ve a Rafa “mejor de lo que pensaba”.
¿Cómo se está sintiendo en su primer gran torneo como máximo responsable técnico de Rafa Nadal? —No me considero máximo responsable, eso le corresponde al propio Rafa. Todo el equipo tiene responsabilidad a partes iguales, cada uno en su parcela. Está todo bastante repartido. —¿En su planificación ha cambiado algo?
—Antes todo era consensuado con Toni Nadal. En el aspecto técnico y tenístico había dos visiones, casi siempre parecidas, y ahora es más la mía. Ya no está él, pero sí Carlos Costa (mánager) que fue profesional y también me ayuda en esa idea que lo que creemos que puede ser Rafa. —Usted ha ido introduciendo sus ideas el último año. ¿En qué punto de desarrollo están? —Lo que pretendemos no se hace de la noche a la mañana, queríamos un Rafa más agresivo, con un mejor segundo saque... y lo que se hace es intentar darle continuidad a eso con pequeñas evoluciones cada cierto tiempo. La rodilla no nos dejó trabajar mucho a finales de año, pero él está con la confianza que le dio su gran 2017. —Toni contó en As que pensaba que Rafa tenía que acortar los puntos, pero a veces le van los intercambios. ¿Cómo se logra un buen balance? —Se puede mejorar y él está abierto a todo esto. Es consciente de que los años y las lesiones hacen que el punto tenga que ser un poco más corto dentro de un orden y un control. Nunca va a ser un superpegador que desde el resto intente ganar los puntos. Pero desde el año pasado creo que han sido más cortos para él. Mi visión es que está siendo agresivo, pero hay que ser conscientes de que no va a ser un Raonic. —¿Cómo está él físicamente?
—Mejor de lo que yo pensaba. Había dudas, más por parte de Rafa, sobre cómo empezaría el año, pero yo sabía que no es necesario ir a torneos anteriores y merece más la pena haber llegado aquí fresco, sobre todo mentalmente. Hemos sacrificado jugar partidos porque pensábamos que podía perjudicar su salud. Y es prioritaria. —¿Cómo compagina su faceta de entrenador con su incipiente vida familiar (tiene tres hijos de entre 3 y 7 años)? —Bien, tengo una mujer (Carolina Cerezuela) que me entiende y le encanta lo que hago, y unos niños que te van demandando más, pero... En el calendario con Rafa hay un balance para que mi vida no se resienta. —¿Qué tal está siendo su relación con Nadal?
—Hay tiempo para todo. A ciertas horas soy entrenador y nunca dejo de ser amigo, pero está claro que hay momentos de más exigencia, más tensión, más roce... Sabemos diferenciar muy bien las cosas.
Plan “La salud es prioritaria, y no era necesario ir a los torneos anteriores”