Dinart organiza a la selección francesa desde Ciudad Real
Las nuevas tecnologías han cambiado también el deporte mundial. Ya no es necesario que los países avanzados tengan a su seleccionador recorriendo la nación los fines de semana viendo partidos: en el balonmano, al menos, ya no se funciona así. La prueba es Pasqui, el entrenador del Barcelona y seleccionador
rumano, o Carlos Ortega, que entrenaba en Dinamarca y dirigía a Japón. Son casos que ya adelantó Juan
Carlos Pastor, cuando era seleccionador de España sin renunciar al banquillo del Valladolid... “porque un técnico tiene que estar en forma”.
Lo de Didier Dinart el preparador francés, es diferente: se mantiene en forma viendo partidos... desde Ciudad Real, porque La
Roca, una vez retirado, regresó a la capital manchega, donde está establecido con su familia y desde allí lleva con precisión quirúrgica al combinado galo.
Llegó al Ciudad Real cuando el club de Díaz de
Mera era una selección mundial, y aunque vino a hacer fortuna, por aquello del amor se quedó enganchado a La
Mancha, y así empezó con su país, cuando era el asistente y especialista en el trabajo defensivo. Ahora es el jefe, y sigue en Ciudad Real. Un ordenador y un teléfono son todo lo que necesita. Las ideas de Francia nacen en España.