Aitor Fernández “¿La clave de un portero? estar bien posicionado”

Titular indiscutible para Arrasate desde que llegó en verano, la pasada jornada realizó dos paradas que fueron alabadas por todos. No quiere ser protagonista, pero sus intervenciones, le hacen ser uno de los mejores

Arrasate reconoció que no sabía con cuál de sus dos paradas se queda…¿Y usted? —La verdad que tampoco; con lo que me quedo es con los tres puntos que necesitaba el equipo para meterse arriba. Contento por ayudar al equipo y que siga así. —Es técnica, reflejos, suerte, estar bien posicionado...

—Creo que la clave de un portero es estar bien posicionado y equilibrado luego se suma velocidad y demás, pero sobre todo colocación, las dos jugadas me pillan bien colocado y por eso puedo llegar. —En el disparo de Milla hace una parada a mano cambiada ¿le sale así o es intencionado? —A mano cambiada llegas menos pero más arriba. Ese balón con la mano natural, la izquierda, no hubiera llegado. Es instintivo sacar ese balón con esa mano. —¿No le parece curioso que un portero dé puntos a su equipo? —Un portero es un jugador de campo que debe dar puntos al equipo. Es una posición tan aislada…que si cometes un error privas a tu equipo de la victoria, por eso de vez en cuando es bueno hacer este tipo de paradas para ayudar al equipo a sumar. —Usted no se puede permitir el lujo de fallar...

—Está claro. El portero si comete un error es gol o casi, por eso debemos estar más seguros que en otros sitios del campo y si los cometes perjudicas mucho al equipo. —¿Dirige mucho a sus compañeros?

—Sí. Soy de los que prefiero no tocar un balón en un partido porque es buena señal. Hay que mandar y organizar la defensa para tocar el menor número de balones posibles. No estoy radiando el partido todo el rato pero cuando atacan me gusta colocar a mis defensas para saber a su vez, saber dónde están los delanteros. —El partido ante el Tenerife era clave…

—Desde luego. No estábamos teniendo una racha positiva y había que darle la vuelta. El Tenerife venía como un tiro pero creo que al final de temporada estará arriba por eso meterles tres puntos y el golaveraje ganado era importante. Ahora a pensar en Granada. —Un Granada que destituye al entrenador, cuatro buenos jugadores no estarán… —Desde nuestro punto de vista e intereses es positivo. Tienen cierto nerviosismo y eso nos viene bien pero tiene, si no la mejor, una de las mejores plantillas de la Segunda y sacarán un equipo que será muy difícil ganar. —¿Piensa en los 50 puntos o va más allá?

—Sinceramente no me marco ningún objetivo, el único es ganar al Granada. Si te marcas objetivos a largo plazo, es como un examen a un mes que estudias el último día, si pienso que tengo que meterme en los playoff, que tengo que estar ahí, al final no hay tiempo. Debemos pensar en cada partido, el mayor número de puntos posibles y ya está. Es cierto que viendo los números tenemos opciones de meternos ahí, tenemos un calendario bastante favorable pero es una liga igualada, todas las semanas hay enfrentamientos directos. —Después de un partido donde ha brillado ¿es maniático para el próximo encuentro? —Si me salen las cosas bien no soy maniático pero si me salen mal sí lo soy. Una vez veníamos de perder un partido a domicilio y le dije al delegado que no me pusiera más esa camiseta; con los guantes también, si estreno guantes y ese partido es malo o no tenemos sensaciones los retiro y me los pongo para entrenar. —¿En qué porteros se ha fijado?

—Me he fijado mucho en Buffon y Víctor Valdés, sus primeros años no fueron los mejores pero cuando maduró fue de los mejores del mundo. Buffon, sin tener la fuerza que tenía Casilllas, no necesitaba hacer paradones porque siempre estaba bien colocado igual que Valdés. Son porteros que me gustan, bien colocados y que no tengan que hacer la parada del año. Un portero que pare mucho a mí no me gusta porque eso denota un déficit en mandar a la defensa, pero parar todas las jornadas cinco o seis balones de gol es que no mandas bien o no sabes colocar a tu defensa… —Deduzco que no le gusta el protagonismo…

—No. Mientras menos se hable de mi mejor, quiero hacer poco a poco mi trabajo porque somos personas y en algún momento cometeré un error.