Buscando el perfil de candidato

Seguimos esperando al mejor Real Valladolid en los partidos de fuera de casa. La asignatura pendiente sigue ahí y los de Luis César tienen la enésima oportunidad de buscar un aprobado que coloque al conjunto blanquivioleta en la rampa de salida de cara a las últimos diez partidos. Se acaba el tiempo. Los fallos ya van a ser cada vez más difícilmente recuperables. El margen se estrecha. Estamos llegando a la hora de la verdad. Y, es cierto, que el Valladolid no ha agarrado aún una larga racha de buenos resultados que le permitan saltar de golpe varias posiciones en la tabla. Tras lo de Córdoba se han sumado dos empates, uno fuera, y una victoria. No es un balance como para que se le salten a nadie las lágrimas, pero no está mal del todo. Sobre todo si tenemos en cuenta el estado de histerismo en el que entró el entorno pucelano tras las genialidades de Gianniotas y Luismi en tierras cordobesas. El equipo parece haberse recuperado y el entrenador también. Para no volver a las andadas se necesita refrendar esa mejoría en tierras gallegas.

Yla gran duda se centra en saber si Sampedro volverá al Anxo Carro con el autobús que sacó en Alcorcón o con el equipo alegre y dominador que remontó en la segunda parte ante el Almería.

Le diría al técnico que lo mejor que puede hacer es morir con sus ideas, es decir, con lo que a él le pide el cuerpo, un equipo que salga atrevido y a ganar. Y eso le abre la puerta de la titularidad a Míchel tras sus buenos minutos de la pasada semana. Y con Míchel o sin él, confiamos en ver en Lugo al mejor Valladolid posible lejos de Zorrilla.