“El carácter de Vallecas y el de Cádiz son similares”
Barla, Calderón, Jose y Cortijo, en el Rayo gaditano
La historia de Rayo y Cádiz en Primera comenzó a escribirse el 5 de junio de 1977. El empate de los franjirrojos ante el Getafe (1-1) y el triunfo de los amarillos frente al Terrassa (2-0) les abrieron las puertas de la máxima categoría por primera vez. Ese vínculo hizo que en los 90 existiera un Rayo gaditano y, a día de hoy, mantienen dos aficiones hermanadas.
Su origen se encuentra en la 94-95. El Rayo estaba en Segunda y lo dirigía Vidal, que jugó como central en el conjunto amarillo, al que también había entrenado. Además, su segundo era Baena, ex del Cádiz. “Un día, en el campo del Leganés, Baena empezó a quemar romero en el vestuario a ver si cortaba la mala racha. Casi mata a dos o tres de la humareda”, cuentan. Funcionó y ascendió.
Estaban Onésimo, quien jugó junto a Mágico en la 8889, y Calderón, que defendió la camiseta cadista del 86 al 89. “Calderón fue nuestro anfitrión. El carácter de los vallecanos es parecido al de los andaluces, nos sentimos como en casa”, confiesa Barla, que llegó ese verano del 94. El centrocampista, que jugó en el Cádiz una década (84-94), fue una de ellas y otra, el delantero José González, que militó en el cuadro amarillo del 84 al 92, antes de fichar por el Mallorca por 75 millones de pesetas.
Sin embargo, no fue hasta la 95-96 cuando el Rayo gaditano alcanzó su punto álgido, gracias a la llegada de Cortijo. El defensa comenzó en el Cádiz (84-91) para dar el gran salto al Sevilla, donde coincidió con Maradona y fue a la Selección. Ese Rayo estuvo en manos de Zabalza, de Baena y de Marcos Alonso, pero al final logró la permanencia.
Allí, conviviendo con los gaditanos, estaba un joven Míchel. Así le recuerda Barla: “Subió del filial y era la perla del Rayo, técnicamente era impresionante”. Ahora los banquillos son el hábitat de esa hornada: José entrena al Málaga, con Cortijo como segundo; Calderón dirige al Fuenla y Barla trabaja con el director deportivo Cordón. Rayo y Cádiz vuelven a cruzarse con la mente puesta en el ascenso y el corazón, en que como aquel junio del 77 vuelvan a dar el paso a Primera de la mano.