Un chute de optimismo para el final

Siento tirar de tópico, pero es el momento de apoyar. Y sé que es pedir mucho después de tres años sin que el equipo haya cumplido con las expectativas, sin que

Zorrilla se haya vestido apenas con sus mejores galas, pero no se vive del pasado, aunque sea el más reciente El gol de Lugo no va a subir y ya no importan las victorias o derrotas de hace tan sólo unas semanas. Todo cambia de escenario muy rápido y, o te das cuenta de lo que necesitas en cada momento, o te quedas. Nadie tiene una bola mágica, nadie apostaría un porcentaje de su patrimonio por una u otra posición del equipo al final del curso. Entre otras cosas porque no parece que esta plantilla haya dicho la última palabra, porque no está muerta, ni se va arrastrando como en otras campañas por los campos. No se ve eso, y eso es ser realista.

Detecto el habitual pesimismo vallisoletano, al que yo también muchas veces me apunto, pero lo cierto es que es mucho mejor afrontar lo que queda con una mentalidad positiva, una vez que el club ha conseguido un poco de estabilidad después de meses complicados. Así que podemos llorar o sonreír, así de simple. Al fin y al cabo nadie dejará de ser del Pucela pase lo que pase y en cualquier caso saldrá el sol cada día. Esto es una parte, la otra es el fútbol. Podemos convertir un viejo teatro en el Calderón, pero lo esencial es que los actores estén a la altura. Y ahí parece que al Valladolid no le vale con lo que tiene. Necesita algo más, seguramente no mucho más, pero con este nivel de rendimiento va a tener difícil llegar al objetivo. Alguien más que

Mata con goles y un poco más de contundencia, por ejemplo.