El Roma inicia el viaje a la Inteligencia Artificial
Monchi abre a As las puertas del laboratorio de Trigoria
Monchi abre las puertas de Trigoria a As a las doce del mediodía. Hace un día espectacular en Roma, aunque para los romanistas no hay motivos para sonreír después de la derrota ante la Fiorentina. Inter y Lazio amenazan su cuarto puesto en la Serie A que da acceso a la Champions. Para el Roma, que tiene la mitad de ingresos que la Juve (250 millones los giallorossi por más de 500 los bianconeri) y que además tiene la espada de Damocles del Fair Play financiero que el año pasado le obligó a vender a Salah y a Rüdiger, es básica esa plaza. Y luego…, inventar.
Empujado por el toque estadounidense de su propietario, James Pallotta (dueño del 25% de los Boston Celtics), el Roma ha desarrollado en los últimos tiempos un sofisticado software propio que le permite controlar a miles de jugadores.
El Big Data forma parte importante del trabajo de búsqueda de Monchi, que trabaja con un grupo de 14 personas en el Roma. Pero Pallotta no se ha quedado ahí y ya ha anunciado la aplicación en el club romanista de la inteligencia artificial a través del Learning Machine, una disciplina científica que crea sistemas que aprenden automáticamente e identifican patrones de comportamiento en millones de datos.
Dos ingenieras informáticas trabajan en Pittsburg y Nuevo México en el hallazgo de un algoritmo que permitirá simplificar la búsqueda de jugadores. No se trata sólo de analizar aspectos técnicos y estadísticos (goles, recuperaciones, pérdidas, disparos) de los futbolistas. También cómo se comporta un jugador en un determinado tipo de césped o en condiciones de presión, cuánto tarda en cansarse o cómo se desenvuelve en días de lluvia. La herramienta es dinámica y ahorra trabajo y tiempo porque ofrece millones de soluciones.
Monchi explica que “hay que saber utilizar los datos”. El director deportivo viaja cada dos meses a Boston para despachar con Pallotta, entusiasmado con la idea de ser pionero en algo con el Roma. El factor humano sigue siendo imprescindible pero la inteligencia artificial está llegando y el viaje lo ha iniciado el equipo italiano.
Inaugurado en julio de 1979, en el Centro Sportivo Fulvio Bernardini, conocido como Trigoria, se han realizado varias reformas (el gimnasio está a la vanguardia) y los jugadores tienen los mejores cuidados con habitaciones personalizadas y un restaurante de alta gama.
Monchi viaja cada dos meses a Boston y los datos los controlan desde EE UU