Sergio González dirigirá al equipo hasta el final
Llega para los ocho partidos que restan y seguirá si promociona
La gota de Tarragona colmó el vaso de la paciencia en el Real Valladolid. La creencia de que hay más equipo del que se ha demostrado hasta ahora, los malos resultados a domicilio y la sensación de que cuando el equipo está cerca de entrar en zona de playoff no termina de dar el ‘do’ de pecho sentenciaron a Luis César. El equipo está a tres puntos de la promoción, pero las sensaciones son peores de lo que refleja esta distancia cuando faltan 24 puntos en juego. Por todo ello, el Real Valladolid comunicó a mediodía de ayer que el técnico gallego era destituido de su cargo agradeciéndole el trabajo realizado. No lograba, de esta manera, el entrenador gallego superar una nueva crisis después de que se sobrepusiera tras los encuentros ante Numancia, Albacete, Córdoba o su rajada posterior por la que estuvo más fuera que dentro del club pucelano.
Pocos minutos después de las 13, la Cadena SER y el Diario AS informaban de que el elegido para ser su sustituto era Sergio González, como confirmaba el club a última hora de la tarde. El técnico barcelonés, que llega con la opción de continuar la temporada que viene si consigue meter al equipo en la promoción, llegaba anoche a Valladolid y será presentado a las 10 de la mañana de hoy para poder dirigir su primer entrenamiento a las 11 horas pensando ya en el encuentro del domingo ante el líder, el Sporting de Gijón.
Objetivo.
Sergio González siempre estuvo en la terna para suplir a Luis César y aceptó desde el primer momento la oferta que le hacía el club pucelano, cosa que hubo varios técnicos que no hicieron. Al principio se le valoró como uno más y no terminó de convencer, por eso siguió el entrenador gallego. En un segundo ‘casting’ la figura de Sergio González salió respaldada y se desmarcó como el favorito. El lunes por la noche la decisión estaba tomada. Luis César dejaría de ser el técnico y Sergio González le supliría.
El barcelonés llega con la vitola de ser hombre de club, carismático por haber sido internacional y tener buen trato con el vestuario, con gusto por ordenar defensivamente a sus equipos y tratar de hacerlos jugar bien con el balón. Su experiencia en Segunda es nula. Nunca ha entrenado en la categoría de plata. El nuevo técnico cogió al filial del Espanyol, en la temporada 2013-14, en una situación mala, cerca del descenso a Tercera y lo salvó con solvencia. Eso le valió para ascender al primer equipo. En la campaña 2014-15, con el Espanyol con grandes apreturas económicas, hizo una gran temporada en Primera División, acabando décimo, mientras que en la siguiente fue destituido en la jornada 15, por razones extradeportivas, ya que marchaba duodécimo. Hoy empieza su aventura pucelana.
A trabajar El técnico será presentado a las diez y dirigirá al equipo a las once