Experimento final con Sergio

Tiro al aire para terminar la temporada. Quedan ocho jornadas y se busca el milagro de que el entrenador catalán pueda lograr el objetivo de clasificar al Valladolid para el playoff. Digo tiro al aire porque llega un técnico que está en paro desde hace mucho y que tiene como único bagaje haber entrenado al Espanyol, al que accedió tras hacer un buen trabajo con el equipo filial. Significativo que desde que fue cesado en Cornellá nadie le haya contratado para entrenar y estamos hablando de diciembre del 2015. Por eso, Sergio es una incógnita y la última bala que gasta Carlos Suárez para buscar lo que Luis César no parecía estar en condiciones de garantizar. en esta recta final. Tras el discurso de Sergio de ayer nada nuevo bajo el sol. Parece evidente que tocará dos teclas y apelará al estado anímico más que al futbolístico dado el escaso margen que queda para finalizar la temporada regular.

Sergio ha pasado de no ser el ideal a ser el elegido. No es lo mejor. Pero ambas partes tienen poco que perder en este escenario. El club tiene la salvación garantizada y a peor ya no irá mucho más allá. Si llega el playoff magnífico y si no llega pues vacaciones y después a tratar de vender un nuevo proyecto al socio para el año que viene. Y Sergio apuesta menos. Viene del paro y esta ocasión le puede catapultar. Si logra el objetivo tendrá un año más garantizado, habrá entrado en la rueda. Si no lo logra siempre quedará la opción de cargar en las espaldas del Luis César Sampedro el desenlace de esta temporada. Así de fácil. Esperemos acontecimientos para ver el desenlace. El juicio final será sobre la gestión de Suárez, con un año más de desgaste a sus espaldas y con cada vez menos capacidades para ilusionar al personal, y el director deportivo, con más sombras que luces en su cuestionable e inexperta gestión durante este curso. que toca a su fin.