Partidopara valientesen Zorrilla
El mundo está tan revuelto que ha logrado cambiar las prioridades. Resulta que en vez de estar pendientes de recibir a 4.000 aficionados de Gijon, niños, familias, que vienen a Valla
dolid a pasear, comer e ir al fútbol con la sana intención de ver ganar a su equipo, nos sentimos inquietados por 50 que pueden venir justo a lo contrario. A fastidiar por donde vayan, a romper lo que pillen y a cogerse una soberana cogorza con cualquier sustancia a su alcance con el fin de no enterarse de nada, porque si se pararan a pensar se odiarían a ellos mismos, si no lo hacen ya. Es la dictadura de las grandes minorías, en este caso insertadas de forma antinatural en una actividad como el fútbol, puros delincuentes al fin y al cabo. Por suerte en España se les va aislando, gracias fundamentalmente a presidentes como Florentino y Laporta que fueron responsables y cogieron el toro por los cuernos tomando serios riesgos incluso en lo personal.
Yluego está el fútbol, que nos traerá un gran partido si el Valladolid logra estar a su nivel en los encuentros de Zorrilla. A Sergio se le pide algo tan sencillo y tan complicado a la vez como que logre equilibrio. El mismo que en poco tiempo consiguió
Rubén Baraja en un Sporting que estaba en caída libre después de una gran inicio de temporada en el que incluso llegó a ser líder. El nuevo técnico del Pucela deberá intentar mejorar su parcela defensiva sin atar demasiado al equipo en ataque. No creo que le haga falta una revolución de nombres, simplemente un toque, un punto más de rendimiento y motivación.