Un cambio radical en Oviedo
Detecto cierta ilusión entre los que seguimos al Real Valladolid después del partido del viernes en Oviedo. Por fin vimos un equipo compacto, serio y ambicioso durante 90 minutos. Nunca es tarde. Llama más la atención que Sergio González lo haya conseguido en dos partidos cuando el anterior técnico, en 34 jornadas, no logró 90 minutos continuados de buen fútbol. Lo cierto, es que la receta no era tan complicada para conseguir un cambio radical. No liarse atrás, líneas juntas, ambición con medida y hasta un poquito de suerte. Si el otro día hablábamos de que la fortuna no nos sonreía ni una sola vez en los últimos años, en el Carlos Tartiere sí lo hizo con ese segundo gol a la salida de un córner. ¿Habrá cambiado la tendencia? Al final la suerte hay que buscarla y cuando juegas bien, mejor que el rival, y te impones, hasta la suerte termina por acompañarte.
Con todo no se puede engañar al personal. Se puede creer, claro. Se debe creer que es posible llegar al playoff, hay puntos por delante y las sensaciones mejoraron, pero lo cierto es que este equipo, que lleva más de tres años sin lograr tres victorias consecutivas, necesita encadenarlas ahora para tener opciones. Es difícil, pero no imposible. Otros equipos de la Liga 123 ya han sumado muchas jornadas consecutivas ganando lo que les supuso un gran salto en la clasificación como el Sporting, el Rayo, el
Huesca o el Cádiz. Curiosamente, los cuatro primeros. Si el equipo va a encadenar una serie de victorias, este es el momento ideal. ¿Es difícil? Sí ¿Es posible? También, manteniendo el cambio radical de Oviedo.