No importan los puntos, importa el escudo
Sin el título en cuestión, hay muchas cosas en juego entre ambas entidades Los blancos quieren romper el récord culé
Se hace difícil explicar las horas previas a un Clásico en el que no hay nada más (ni nada menos) en juego que el honor entre dos entidades antagónicas. Esta vez, los puntos no tienen importancia. El Barça es campeón de
Liga y el Madrid irá a la próxima Champions. Pero la importancia nula en la clasificación no desmerece a un partido que dista mucho de ser de trámite. Al contrario, puede que este sea el Clásico más puro de los últimos tiempos en el que importe más el escudo que los puntos. Hay muchas cosas en juego.
Empezando por el bando barcelonista, los de Valverde se juegan lograr el récord de ganar una Liga sin perder un partido desde que se juega a 38 jornadas y también la posibilidad de enjuagar la decepción europea, que se hace más sangrante por el éxito madridista en la máxima competición. El Madrid es doble campeón de Europa y llega al Camp Nou como finalista y aspirando a su tercera corona consecutiva en la Champions. El Barça lleva cayendo tres años en cuartos de final dolorosamente y esa frustración podría subsanarse, parcialmente, ganando al Madrid.
La afición culé exige una compensación por lo de Roma. El equipo le debe una a los suyos, porque, como demostraron hace quince días en el Wanda en la final de Copa, tienen capacidad para jugar extraordinariamente. Justo lo que no hicieron en el peor día de la temporada que les privó de evitar por su mano la marcha del Madrid en Europa.
Escaparate. Por su parte, el Real Madrid llega exultante al Camp Nou después de volver a sellar su pasaporte a la final de Champions. Son conscientes los blancos que este éxito puede tapar muchas cosas, como su lamentable actuación en la Liga, pero que esta cicatriz sería menos profunda si ganasen mañana.
De entrada, le devolverían a los de Valverde el 0-3 de la primera vuelta y de paso, que no es poca cosa, romperían la posibilidad del Barcelona de acabar la Liga invicto. Tiene el Madrid moral, equipo y fuerzas para lograrlo. La final de Kiev queda a 20 días vista y todo el mundo es consciente de que el Clásico tiene una audiencia global. Más de 500 millones de espectadores de todo el mundo seguirán el partido, bastantes más que los que mirarán la final de la Champions. La del 2017 entre Madrid y Juventus la vieron 350 millones de espectadores. En una pugna de mercado en la que los dos grandes clubes españoles luchan en el terreno de juego y en el del patrocinio, nadie puede permitirse un resbalón ante el gran rival.
Otra cosa es la respuesta del socio para llenar el estadio. Hay entradas a la venta por el procedimiento de liberar carnet. Las entradas van de 149 euros, a los palcos VIP de 4.000, que son las que escasean. Ya en la Supercopa de España, partido fuera de abono, el Camp Nou vivió un ambiente con muchos madridistas en las gradas.
Global El Clásico tendrá una audiencia potencial de 500 millones
Entradas Quedan a la venta, pero se han agotado los palcos de 4.000 euros