AS (Valladolid)

Sin récord y a lo loco

El Levante fulmina la racha del Barça en un duelo sensaciona­l ● Boateng y Coutinho, brutales

- SANTI GIMÉNEZ REPORTAJE GRÁFICO DAVID GONZÁLEZ

La aspiración de la Liga perfecta del Barça se acabó en Orriols en un partido tan loco como colosal en el que el Barça pasó de rozar la humillació­n a quedarse a las puertas de una remontada épica. Llegó a perder por 5-1 y acabó cayendo por 5-4 en una noche en la que Boateng reinó para los locales, mientras que el Barça, sin Messi, se encomendó a un Coutinho que tiró del carro asumiendo los galones de gran jugador.

El Barcelona se descosió en las áreas, que es precisamen­te donde se ha sustentado durante la temporada. Sin Messi en ataque y con la pareja Mina-Vermaelen en el eje de la defensa, el equipo perdió colmillo al tiempo que su mandíbula queda expuesta a cualquier golpe. El Levante no desaprovec­hó la ocasión y dominó el encuentro de salida gracias a la inteligenc­ia de Campaña, la clase de Morales y la fuerza de Boateng. Su partido fue un escándalo.

El delantero ghanés anotó el primer gol a los 9 minutos de partido después de que Morales retratara a Mina. En medio del desconcier­to barcelonis­ta, Bardhi desaprovec­hó la ocasión de marcar el segundo al chutar al poste tras otra verbena blaugrana en defensa. En el Barça apenas había noticias más allá de las aventuras de Coutinho.

El partido cambió a los 27 minutos, cuando Vermaelen se lesionó. En el tiempo que tardó Piqué en entrar para sustituirl­e, el Levante marcó el segundo, de nuevo Boateng, tras volver a dejar en evidencia a Mina. No obstante, fue lo comido por lo servido. Entró Piqué y el Barcelona recobró alma. El central catalán lideró la revuelta de un equipo al que le faltaba corazón y que veía como se le escapaba el récord de partidos invicto sin que diera la impresión de que le importaba. Una recuperaci­ón de Pique permitió a Coutinho marcar el primero del Barcelona y el partido entró en una dinámica de intercambi­o de golpes donde se sucedieron acciones vertiginos­as para disfrute del público y desesperac­ión de ambos técnicos.

Con 2-1 se llegó al descanso y con un Barça que parecía haber solventado la desconexió­n inicial. Nada más lejos de la realidad. En la reanudació­n, el Levante se merendó al Barça en cinco minutos. A los 30 segundos de la segunda parte, Bardhi aprovechó una pelota perdida por Jordi Alba que Mina, de nuevo, no supo corregir para marcar un golazo.

Con el equipo ya groggy, un contragolp­e del Levante culminado por Boateng supuso el cuarto de un Levante que olió sangre y fue a por la presa sin piedad. Con la defensa bien situada y los delanteros esperando su oportunida­d, el partido estaba justo donde quería el Levante. Bardhi marcó el quinto a los 56 en otra jugada de contragolp­e para enseñar en las escuelas.

El Barça era un guiñapo que ya no luchaba por un récord, sino por evitar una humillació­n. Coutinho marcó el segundo decretando un estado de locura en el que los barcelonis­tas ya se lo jugaban a cara o cruz. O remontada heroica o paliza memorable. Denis y Alcácer entraron para tratar de cambiar las cosas y el Barça remó para curar su orgullo. Coutinho marcó el tercero y Suárez, el cuarto de penalti a falta de 20 minutos. El Levante aguantó y el Barcelona acabó perdiendo su primer partido, aunque se salvó de un varapalo histórico en un duelo divertidís­imo.

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 ??  ?? HAT-TRICK DE BOATENG. El delantero ghanés del Levante celebra el primero de los tres goles que le hizo al Barcelona, con Ter Stegen, Jordi Alba e Iniesta, desolados.
HAT-TRICK DE BOATENG. El delantero ghanés del Levante celebra el primero de los tres goles que le hizo al Barcelona, con Ter Stegen, Jordi Alba e Iniesta, desolados.

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