“Estamos en contra de la suplantación de la histórica Unión” Miguel A. Sandoval
➥ Presidente de Unionistas, me dicen que ustedes son muy activos en las redes... —Tenemos tirón, sí. Damos partidos por tuiter online, y también las ruedas de prensa. —¿Son el Podemos del fútbol? —(Risas). Pues un poco. La gestión es muy democrática. La gente lo vota todo: el nombre, el escudo, el himno, cada año el diseño de la segunda y tercera equipación. Tenemos muchos socios que no son de Salamanca. Hay cuatro peñas de exiliados, en Valladolid, Madrid,
País Vasco y Extremadura. Y tenemos una comunidad de socios en el Reino Unido. —¿Por qué decidieron fundar otro club?
—No queríamos permitir que hubiese un equipo que en el futuro quisiera volver a ser la Unión Deportiva Salamanca, que la gente pensara que iba a ser lo mismo cuando nosotros habíamos luchado por salvar al club histórico.
—¿Cómo se organizan?
—El primer año, sin empezar a competir, el club tenía 2.300 socios. Y al año siguiente empezamos en la liga provincial. Ascendimos, luego en regional quedamos invictos y fuimos a Tercera y el año pasado ya jugamos el playoff de ascenso, pero perdimos ante el Xátiva. Ahora seguimos rondando los 2.500 socios.
—¿Qué presupuesto tienen? —Sobre 450.000 euros. —¿De dónde sale el dinero? —-De la aportación de los socios y de los patrocinadores, el principal es Ecotisa, que estuvo con el Alcorcón. —-¿Cuánta gente llevan al campo?
—-De media unas 1.500 personas. Pero notamos mucho los desplazamientos. Somos un equipo que mueve gente. A Becerril del Campo fueron 800. A Zamora fueron 1.000. El año pasado a Xátiva viajaron 600, y estaba lejísimos. —-¿Reivindican el lugar que ha dejado la Unión?
—-No, somos antiguos aficionados de la Unión que queremos que se mantenga la memoria de la Unión y el respeto a esa entidad con 95 años de historia. Estamos en contra de cualquier suplantación de identidad de la Unión. No nos consideramos la continuación aunque compartamos muchos ese sentimiento. Nunca vamos a cambiar el escudo que llevamos, pero si nos concedieran el histórico tras el litigio en que estamos inmersos lo llevaríamos en el pecho de manera simbólica.