La situación soñada
Pues sí, lo que le está pasando al Valladolid es real. Son los sueños de muchos aficionados hechos realidad. Impensable hace dos meses cuando Sergio se hizo cargo y debutó con derrota en aquel partido jugado en Zorrilla con el Sporting. Ese día todos dimos por terminada la temporada. Todos menos Sergio González y su plantilla que remaron contra corriente para alcanzar la situación idílica que vive ahora el conjunto blanquivioleta. Al Valladolid nadie le ha regalado nada y se ha forjado a base de confianza y trabajo. Era cuestión de perseverancia para que apareciera la calidad. Y aquí tenemos un grupo convencido, lanzado y capaz de derrotar a quien se ponga por delante. Daba igual Zaragoza o Numancia, los dos serían rivales extremadamente complicados, pero no importaba porque lo verdaderamente importante es el Valladolid y su fuerza mental.
Numancia o Valladolid, uno de los dos estará en Primera. Fueron cayendo el resto. Falló el Tenerife que se iba a comer el mundo en agosto. Falló el poderoso Granada de Oltra, después cayeron en una noche frenética el Osasuna con sus millones y su pasado desagradable, el solvente Cádiz, el Oviedo de Anquela, el Zaragoza y el Sporting. Y solo quedan dos, el modesto Numancia de Arrasate, hormiguita y merecido finalista y el renacido Valladolid. La situación es ideal pero cuidado, mucho cuidado con el rival. Vamos a jugar una final y se trata de ganarla. Solo uno tendrá premio. La ciudad entera respalda a un equipo que quiere soñar de verdad