Rebelarse contra la historia

Inglaterra piensa en la final incluso antes de enfrentarse a Colombia. Al menos eso parece desde este lado de la historia. En todos los escenarios la prensa proyecta a largo plazo, hablan de Alemania,

España… de los que ya no están. Southgate intenta aplacar las emociones afirmando que respeta a Pékerman y a su grupo de jugadores, pero no logra su cometido. Los periodistas insisten en la posibilidad de quedarse con la Copa

del Mundo y en recordar el discreto paso de Falcao por la Premier League. ¡Calm down! Es evidente que Southgate cuenta con una generación de jugadores excepcionales, que él ha logrado convertir en un equipo ordenado, solidario, el mejor en las últimas décadas, pero a partir de sus debilidades Colombia se ha reinventado como un equipo rebelde, que supera las adversidades a partir de la convicción del trabajo colectivo y que también cuenta con individualidades como

Quintero, Cuadrado o Muriel que pueden complicar a esa línea de tres en el fondo.

S

eguramente James no podrá estar en el once titular, pero el equipo dirigido por Pékerman tiene argumentos para pelear más allá de lo que cualquier registro histórico pueda indicar. Son más de seis años de proceso puestos a prueba por el cupo a cuartos de final. En Brasil, Colombia se enfrentó a una selección de Uruguay que estaba herida por la sanción a Luis Suárez en Maracaná y salió victoriosa. Cuatro años más tarde, se libra del peso de ser el equipo favorito para intentar meterse en la historia a pesar de los pronósticos, a pesar de la historia, a pesar de las ausencias...