Marta Torrejón “Ser bióloga me costó más que ser futbolista”

Es una de las capitanas del Barça. Juega al fútbol desde los cuatro años y lleva 18 repartidos entre Barça y Espanyol. Compartió charla con As en Los Ángeles, frente a Rodeo Drive, antes del regreso de la gira del femenino. Su hermano Marc, hoy en el Unión Berlín, también es futbolista de élite. ¿Viene de familia el fútbol?

—Mis primeros recuerdos de infancia son en campos de fútbol.

Mi padre estuvo jugando hasta los 38 años. Empecé a jugar con siete en el colegio.

—¿Cómo es jugar 12 años en el Espanyol y cruzar de acera?

—El cambio fue difícil, claro. Llevaba muchos años en el Espanyol, que es el equipo que me abrió las puertas. Fue una decisión difícil pero la creía necesaria para dar un salto.

—¿Compitió contra chicos?

—Hasta los 14 años, lo permitido. Una vez no pude continuar, pasé al equipo femenino del Espanyol. Con 14 años ya estaba jugando en la Superliga femenina.

—¿Cree que las chicas podrían competir más tiempo con los chicos?

—Hay que ser realistas. En infantiles ya notaba una pequeña diferencia física, no de calidad ni de conceptos. Esa diferencia física existe y cuando empiezas a crecer se nota más. Pero esos tres años con chicos los sobrellevé bien y me ayudaron a crecer muchísimo.

—Usted es bióloga. ¿Cómo hizo para compaginarlo?

—Siempre digo que si algo quieres, algo te cuesta. Fue un sacrificio. Te pasabas el día en la universidad y en mi carrera teníamos prácticas por la tarde. Pero como entrenábamos muy tarde me permitía no perderme clase. Me costó años, pero lo logré.

—¿Qué le costó más, ser futbolista de élite o bióloga?

—No lo había pensado nunca (risas), pero imagino que ser bióloga. Pisé la Superliga con 14 años. Entonces había menos fútbol base femenino. Me gustaban las ciencias, lo relacionado con el cuerpo humano, y me decanté por la biología. No sé si trabajaré en ello o no, pero esa opción siempre existirá. Sigo estudiado.

—¿Qué valores debe representar una capitana del Barça?

—Al final, es una cosa que escoge el equipo. La gente ve, tal vez, alguien a quien seguir. Un capitán tiene que dar ejemplo pero intento ser yo misma. No es que cuando esté con el chándal piense otra cosa.

Hay que dar buena imagen y darlo todo por una camiseta.

—¿Cómo vivió el vestuario la polémica del viaje en turista a Portland?

—A nivel interno, para nosotros ha sido una pena porque nos ha perjudicado. En vez de valorar que por primera vez se hace una gira conjunta, se valoran esas otras cosas. Ningún otro club lo ha hecho. Hemos estado encantadas. Hay incluso equipos de Primera que no tienen fútbol femenino. Ellos viajaron en business, sí, pero nosotras viajamos comodísimas y hemos estado encantadas de estar aquí. ¿Dónde hay que firmar para repetir?

—¿Fichajes como el de Lieke Mertens significan más a nivel deportivo o mediático?

—Ya ha demostrado lo que vale, ha ganado una Eurocopa. Desequilibra y es determinante.

—¿Sus ídolos de infancia fueron chicos o chicas?

—Nunca he sido de ídolos futbolistas o cantantes. De niña me gustaba cómo jugaba Raquel Cabezón, mediocentro del Espanyol.

—¿Espera ir a su segundo Mundial?

—El año es largo, espero estar al cien por cien. Jamás pensé estar en un Mundial y es una de las experiencias más bonitas que tengo guardadas.

—¿Laboratorio o césped?

—¡Está claro! Si no, dónde me ve ahora.

Distinción “Jugué con chicos hasta los 14; existe esa diferencia física” Polémica “Hay clubes de Primera que no tienen equipo femenino”