El Athletic maneja el fútbol y gana el derbi ante la Real
Los donostiarras, saturados en la Euskal Herria Txapela
Esta vez la Euskal Herria Txapela sí pudo acabar, no como en la primera edición, el año pasado en Barakaldo, entre el Athletic y el Alavés, en la que una tángana acabó con Alexis agarrando por el cuello al árbitro y una suspensión cantada. Se trata de ganar prestigio pero aún hay que cuidar ciertas formas. Irun reunió a los dos mejores equipos en una liguilla virtual con los enfrentamientos de la pasada Liga entre los representantes vascos. El marco del evento fue lamentable: un campo que parece un patatal, con playas de arena en las áreas pequeñas, un calor asfixiante (hubo dos parones para refrescarse) e invasión final de los aficionados. La poca hierba que hay en Gal pone en peligro la integridad de los futbolistas y hubo un par de percances, por fortuna leves, como un esguince de tobillo de Aduriz.
Un bolo entre Real Sociedad y Athletic de amistoso tiene poco. Por eso hubo más de un pique, dos tarjetas, entradas a destiempo y hasta pitos a un Yuri que se tapó los oídos irónicamente. Al menos, sirvió para ver en acción por primera vez esta pretemporada a Raúl García tras la lesión, aunque sólo disputó ocho minutos. Berizzo le situó de nueve, ya que reemplazó a Aduriz. Tal y como estaba previsto, el entrenador argentino rotó menos. Dio 90 minutos a Arrizabalaga, De Marcos, Nolaskoain, Yuri (el 75% de la defensa) y Dani García. Salió todo el banquillo menos Herrerín. Y Yuri acabó de interior, con Balenziaga de lateral zurdo.
El tanto. A la Real se le notó más la carga que lleva en pretemporada. Tras un comienzo igualado, el medio campo bilbaíno manejó el derbi a su antojo. Hay mucho fútbol en las botas de Unai López y Muniain, que cabalgó a su antojo, filtró unos cuantos buenos pases y recibió mil faltas.
Garitano empezó con Zubeldia atrás y luego puso a Navas en su sitio y le adelantó al medio campo. Un par de lanzamientos de William José desde lejos fue su bagaje atacante más peligroso. Una buena triangulación con gol de Williams acabó con el debate. Con el rosario de cambios a la hora, el choque perdió interés.