Portela, la palista de las 31 medallas
Afronta el Mundial con 36 años
Teresa Portela (Cangas, Pontevedra) se subió por primera vez a una piragua hace 27 años. Casi tres décadas después, con 36 años, 14 medallas en Mundiales (dos de oro) y 17 en Europeos (siete veces en lo más alto del cajón), afronta el Mundial de Montemor O Velho, en Portugal, con la intención de seguir paleando hacia Tokio 2020 en K1 200, en el que compite mañana. “Es un reto difícil, pero está en mente”, sonríe.
Sería su sexta presencia en unos Juegos (cinco tienen la tenista Arantxa, la ahora secretaria de Estado Rienda, la nadadora María Peláez y la tiradora Pilar Fernández), en los que intentaría desclavarse la espina del podio: fue cuarta en Londres por dos centésimas, quinta en Atenas y Pekín, y sexta en Río. “Van cinco Juegos y cinco diplomas. ¡Quien la sigue la consigue!”, cuenta.
Ahora que se habla de deporte femenino y conciliación, la gallega podría dar un máster. Fue madre de una niña, Naira, en marzo del 2014. Y en 2015 sacó el bronce mundial. “Es difícil, es verdad que te cambia la vida. Pero también hay ayudas económicas”, comenta. “Hace años era evidente que el deporte era de los chicos y ver a una mujer parecía algo raro. Ahora, pegamos fuerte, incluso en los deportes considerados de hombres”, se alegra.
Ayer, el K2 200 de Craviotto y Toro y el C4 500 avanzaron a las finales de mañana. Otras once embarcaciones pasaron a semifinales, en las que el K2 200 femenino de García y Bauzá quedó eliminado.