Las cinco razones que definen el mal comienzo
Grietas en la zaga, poca creación, fichajes sin confianza...
El Atlético llega al primer parón con un regusto amargo. Tres jornadas de Liga que se han saldado con una victoria pírrica (Rayo), un empate agridulce (Valencia) y una derrota preocupante (Celta) que han apagado la efervescencia de la Supercopa de Europa. El equipo está obligado a ir a más, de forma colectiva y en la de varios de sus futbolistas. En general no ha jugado bien. En defensa no ha mostrado solidez y en ataque ha exhibido chispazos y arreones, pero sin constancia.
Fragilidad en defensa. El equipo no ha transmitido en la zaga las sensaciones que le han hecho grande, sobre todo con el marcador a favor. Contra el Madrid hubo agobios y errores individuales, pero era comprensible porque enfrente había un gigante. Luego el Valencia le hizo 13 remates y el Rayo, 12. En Mestalla el gol llega tras un balón bombeado que Godín mide mal y, a partir del 87’, el equipo concede tres disparos a puerta. El Rayo, tras el 83’, dispara cinco veces y con el equipo aculado sobre Oblak. Los tantos del Celta (más el 3-0 que anuló el VAR) también parecen evitables.
Genera poco en ataque. El Atlético no suele ser un rodillo, pero arriba tiene calidad para crear. Ante el Celta el dato fue demoledor: ni un remate entre los tres palos, lo
Sin pegada Griezmann lleva un tiro a puerta y Costa suma ya 240’ sin remates
que no ocurría desde 2013. Contra el Rayo, aparte del gol, sólo exigió a Alberto en una ocasión, un disparo lejano de Lemar. Contra el Valencia, Neto hizo dos paradas, una de mérito. El futbolista que más lo ha intentado es Saúl, con nueve disparos... ninguno a portería.
Griezmann, Costa y Lemar. Casos individuales. Lemar está enamorando a la afición y tiene bastante convencido a Simeone, aunque lo sentara en Vigo. Y Griezmann y Costa son indiscutibles, aunque el primero aún acuse su escasa pretemporada. Pero sus esfuerzos se están traduciendo más en presión y trabajo que en goles y asistencias. Griezmann está dejando detalle, pero sin continuidad. A Lemar se le ve un talento especial con la pelota, pero éstos han sido para él partidos de mucha brega. Y Costa nunca es invisible, siempre lo intenta y corre todos los balones, pero el equipo no le ayuda con la pegada. Ahí están los datos: Griezmann lleva un disparo a puerta, el gol al Rayo; Lemar, otro y Costa, lo más preocupante: 240 minutos sin rematar, ni a puerta ni de ninguna manera.
Escasa confianza en los nuevos. De sobra es sabido que los futbolistas que llegan al Atlético necesitan un tiempo de adaptación al cholismo. Le ocurrió al mismísimo Griezmann y prácticamente a todos. Pero la foto de Balaídos, con los seis fichajes en el banquillo, impresiona.
En los partidos, a menos. Acaba de terminar agosto y el estado físico de los jugadores (de todos los equipos) es mejorable. Al Atlético normalmente le gusta madurar los partidos para llevárselos tras el descanso. En la 2017-18, marcó 37 de sus 58 goles en la segunda mitad (64%). Pero en lo que va de Liga los encuentros se le han hecho largos.