El club lleva 20 años como Sociedad Anónima

■ Era 1998. Soria disfrutaba de un equipo en la LFP, pero había un inconveniente. Según el artículo 3.2 del Real Decreto 449/1995, si un equipo no se convierte en Sociedad Anónima Deportiva en su segundo año en el fútbol profesional, sufrirá el descenso administrativo. Un año antes, el 23 de julio, la Asamblea del CD Numancia aprueba la conversión en SAD. Los directivos tenían un año por delante para hacer la formalidad administrativa. El capital social cifrado era de 214.839.819 pesetas, resultado de aplicar el 25% a la media de los gastos realizados, incluyendo amortizaciones, de todos los clubes o SAD de la temporada 96/97 en Segunda División. Finalmente la cifra se quedó en 215.100.000 pesetas (1.292.777 euros). Salieron 21.510 acciones por valor de 10.000 pesetas (60 €). Los directivos, con Francisco Rubio a la cabeza, entregaron dos pagos. Uno a Ibercaja por valor de 138.900.000 pesetas (834.805,81 €), y un segundo en Caja Duero con 76.200.000 pesetas (457.971,22 euros). La empresa por aquel entonces de Rubio Garcés, Herce SA, tendría 11.867 acciones. Pero años más tarde, en 2003, cuando Francisco Rubio se aparta de la presidencia y en su lugar entra José Isla; previamente el máximo accionista había solventado otro problema. Los años en Primera División habían dejado al club soriano con una deuda de 1.600.000.000 (9.616.193,67 €), reconvirtiendo esa deuda en acciones. Un dinero que puso Francisco Rubio de su bolsillo. Antes de la venta del club, las acciones de Francisco Rubio son 90.000 (el 49,65% con su nombre) y 83.469 (el 46,05%) con una de sus empresas (Health and Sports Development, S.A.)