El Unicaja lleva al límite a un Madrid líder e invicto
Tavares, Campazzo y un triple de Llull tumbaron a un gran rival
LA CRÓNICA
Cuando el Madrid y el Unicaja se preparaban para el salto inicial, ya solo quedaba un invicto en la Liga además de ellos: el Barcelona. Encaraban el cierre de la jornada, un duelo estrella entre dos de los cinco mejores ataques de la Liga y dos de las mejores defensas. Y no defraudó. Talento y bravura. Mención especial para un Unicaja que llevó al límite al campeón, que diez años y cinco meses después estuvo a punto de ganar en cancha madridista.
Un Unicaja que quiso, supo y pudo ponerse en pie cuando veía despegar por encima de su cabeza al reactor blanco: 46-31 y 51-36. Y hacer eso, detener en plena estampida al Real, no anda al alcance de cualquiera. Apretó los dientes para resistir y completó luego un tercer cuarto antológico: 14-28 y dos arriba (62-64). Milosavljevic atacaba el aro (8 de sus 15 puntos llegaron entonces) y leía a la perfección el partido, el momento, la presencia de Tavares y cómo encararle y cuándo encontrar a sus compañeros.
Shermadini y Salin le echaron una mano al final de ese tercer acto, en el que el Madrid mostró su aquiescencia en la remontada. Se enredó con los árbitros (y Laso se lo echó en cara a sus jugadores) y extravió seis balones, oxígeno puro para rehabilitar al enemigo. Perdía cada batalla individual y con esas derrotas por capítulos perdió también toda la ventaja.
Deck y Reyes mantuvieron al líder en plena tempestad. Muy audaz el capitán para superar a quien fuera, para encadenar tres canastas. Sin embargo, un nuevo estirón de Roberts (siete tantos casi seguidos) topó con un tiempo muerto forzado, de los de televisión: 77-81 a falta de 2:32. El banquillo del Madrid transmitió serenidad cuando en el marcador se leía zozobra. Ese aplomo lo convirtieron sus jugadores en dos minutos y medio de baloncesto de muchos quilates, con una magnífica defensa. Parcial ganador de 12-1 con Tavares forzando faltas (cuatro tiros libres sin fallo) e intimidando. Ojo a sus números: 14 puntos, 11 rebotes y 4 tapones.
Con Tavares y, por supuesto, con Campazzo haciéndolo todo en toda la pista. Amarró a Roberts y atacó el aro: 2+1 clave y asistencia a una mano de derecha a izquierda para el triple definitivo de Llull. El Increíble llevaba tres puntos y cinco pérdidas, no era su gran noche, pero saben qué, no falló.
El Real sigue invicto, y líder por el average tras un duelo de grandes vaivenes: 4-11, 17-2, 11-2, 11-2 de nuevo, 0-11 y 12-1 para acabar el viaje en la montaña rusa. Fue divertido.