Campazzo y Randolph guían una reacción genial
El Madrid remontó 15 puntos en 17 minutos para ganar en Milán
El Armani Milán, tres veces ganador de la Copa de Europa, llegaba invicto y como uno de los equipos mejor reforzados este curso. Arrancó en tromba, pero el Madrid fue capaz de remontar 15 tantos. Entre Campazzo y Randolph sumaron 46 puntos y 65 de valoración.
El que más gana no suele ser el que más se exhibe, sino el que más rápido se levanta cuando tropieza. Un equipo campeón se lleva casi todos los partidos que encauza desde el principio y muchos de los que tiene perdidos. El de ayer en Italia, bien vale de ejemplo. El Madrid selló una remontada de esas que marcan el camino en la dinámica de un equipo.
Firmó un inicio plagado de errores en ataque, lo que unido a la falta de dureza y a su pobre balance defensivo, catapultó al Armani al cielo de Milán. Uno de los equipos que mejor se ha reforzado y que afrontaba invicto el duelo, igual que el Real. Llegaba con ansia de llenar su mochila de demostraciones, de probar que está listo para volver a la élite. El alero Micov y el
cañonero Mike James guiaron esa salida en tromba (28-13), una arrancada que comprometía mucho una posible reacción blanca. Los blancos erraban doce de sus 17 lanzamientos y perdían cinco balones que permitían galopadas sencillas.
Laso acortó la rotación, supo guardar a Tavares con dos faltas para la segunda parte y limitar a un Micov en vena con un Rudy abnegado, mucho mejor tras pasar por el banquillo. El paciente mejoraba, pero el desafío era descomunal. Un reto que abrazó en... ¡17 minutos! Campazzo, Carroll, Rudy, Randolph y Tavares llevaron el peso, asumieron un desgaste tremendo en un día aciago de Llull. De caer por 15 en el minuto 10 a vencer 57-61 en el 27 tras un parcial de 29-48, incluyan ahí un último tirón de 0-11.
Al Madrid se le presentaba un nuevo reto: debía ganar el tercer asalto de la noche, el de los 13 minutos finales con sus cinco principales muy exigidos. Laso tiró de Deck (falló dos triples, aunque lo peleó casi todo) en lugar de Randolph. Guardó unos minutos a Tavares y fue a tope con Campazzo, el héroe del cuarto final. Uno de sus triples hizo al patrón del Olimpia, Giorgio Armani, entregar la cuchara. El base agrupó entonces 11 de sus 21 puntos (7 pases de canasta y 32 de valoración).
Pero fue Randolph el pilar que evitó que el edificio colapsara. A las duras y a las maduras, lo que se le venía pidiendo desde hace dos años. Y volvió a pista en los últimos minutos para rematar. Sumó 25 puntos, 11 rebotes y 2 asistencias para 33 de valoración. Récord de anotación y valoración con la camiseta blanca en la Euroliga. Registros personales que también batió Campazzo. Entre los dos, además, forzaron 12 faltas. Una demostración de carácter. Es solo octubre, pero así se construyen los éxitos.