Bartomeu retira del orden del día la modificación del escudo
Y segundo varapalo: no se le permitió ampliar el límite de deuda
Sorpresa y ruido en la Asamblea de Compromisarios 2018 del Barcelona. La directiva que preside Josep Maria Bartomeu retiró el sexto punto del orden del día, que debía “ratificar la propuesta de modificación del artículo dos de los estatutos en relación al escudo de la entidad”. Bartomeu tomó el pulso de la Asamblea y advirtió un rechazo general a la modificación del escudo. La gran mayoría de las opiniones de los socios barcelonistas eran contrarias a un cambio que se llevaba por delante las iniciales del escudo (FCB), con gran valor sentimental y que durante 35 años (entre 1939-1974), vieron modificadas su orden (CFB).
La votación debía ser aprobada por dos tercios de la Asamblea y ante la posibilidad de una derrota, Bartomeu optó por retirarlo del orden del día en medio de los pitos de los compromisarios, que al grito de “volem votar” (“queremos votar”) abandonaron en parte la Asamblea. “Vamos a retirar del orden del día este punto. Haremos una reflexión interna con la Junta para ver cómo podemos conjugar la nostalgia, la historia y la tradición con el futuro y la evolución. Somos conscientes de que la propuesta ha sido rechazada”. Bartomeu se evitó de esta manera una derrota en la Asamblea, pero su decisión fue muy cuestionada por los mil compromisarios que estaban en el Palau y la carpeta queda colgando.
No fue el único revés que se llevó Bartomeu. La Asamblea también rechazó por mayoría insuficiente (era necesarios dos tercios de votos a favor) la reforma estatutaria de los artículos 27 y 55 que limitaban la capacidad de endeudamiento de la entidad. Bartomeu pretendía eliminar el tope del 10 por ciento de deuda financiera sobre el total de ingresos. Es decir, permitir a la Junta una mayor capacidad de maniobra para endeudarse. Sin embargo, los socios le dieron la espalda en el segundo gran varapalo de la tarde para la Junta. La votación se saldó con mayoría de votos a favor, 247, pero no fueron suficientes para compensar los 201 votos en contra. Esta reforma era considerada como fundamental en el proyecto económico de Bartomeu, pero ante una asamblea encendida por la retirada de la votación sobre el escudo, el tesorero Enrique Tombas no supo convencer a la platea.