Ocho horas de ferry para regresar...

El cansancio del Clásico no será una excusa para el Madrid en la Copa del Rey. Al contrario. El Melilla jugó cuatro horas antes que los madridistas el domingo (a las 12:00 horas contra el Jumilla) pero no llegaron a su ciudad hasta las 8:00 horas de ayer. Mientras que el Madrid regresó a la capital española desde Barcelona en vuelo chárter al terminar el encuentro en el Camp Nou, la vuelta de los melillenses fue mucho más tediosa. Primero tuvieron 300 kilómetros de autobús desde Jumilla hasta Almería y a última hora del domingo se subieron a un ferry que les llevó hasta Melilla. Ocho horas de travesía que no fueron plácidas. Se trata de un ferry con camarotes para dormir, pero la madrugada del domingo al lunes no fue tranquila en el mar Mediterráneo. “Había muchas olas, el barco se movía y así es difícil descansar. Cada poco tiempo te despertabas y llegamos bastante cansados”, recuerda Qasmi.

El viaje no terminó al llegar a Melilla, ya que desde el ferry se marcharon directamente al estadio. Después de desayunar todos juntos, se ejercitaron a primera hora de la mañana. Fue una sesión de recuperación para los que fueron titulares ante el Jumilla (0-0) y más intensa para los suplentes. A última hora de la mañana de ayer, por fin, pudieron descansar en sus casas...