Con la camiseta no basta

Como si fuera otro, este Barça no tuvo en cuenta de que en León, la patria de César, hay que jugar en serio. Don Luis Suárez, que conoció muy bien al mayor goleador de la historia azulgrana hasta que llegó Messi, explicó en Carrusel que con la camiseta no basta. Y en un momento de la retransmisión evocó la figura de su maestro, Panizo. Fue tal la pasión por aquel delantero histórico que el 10 más elegante que haya tenido el Barça se cambió de peinado para imitarlo. El aburrimiento del partido era tal que lo mejor que ocurrió, hasta el gol de Lenglet, muy bien servido por Dembélé, fue esa conversación de don Luis con Dani Garrido. En algo estuvo de acuerdo la parroquia de comentaristas: la Cultural fue superior. El Barça ganó de rebote, cuando ya boqueaba el partido.

Jorge Luis Borges solía decir que él era el otro. El Barça fue anoche el otro desdibujado, una sombra estéril de sí mismo; sus futbolistas de segundo nivel se adentraron en una modorra de resaca en el Barrio Húmedo. Y, sin embargo, la Cultural fabricó fútbol, dominó zonas del campo por las que el Barça no supo qué hacer. Imagino a los seguidores leoneses, entre ellos el escritor Julio Llamazares, que fue al campo para ver un encuentro de alto riesgo para el equipo de su vida y se encontró con la posibilidad de que la contienda terminara llenando gaznates en el Barrio Húmedo. Se habrán llenado, igualmente, pues el 0-1 es también una victoria.