El viaje a Milán del capitán Messi

■ Hace un par de años hubiese sido imposible que Messi aceptase viajar sin la seguridad de jugar. Ese escenario se dio en Milán y la carpeta se cerró entre aparente normalidad. Es el nuevo Messi que, pese a tener pocas opciones de reaparecer en un partido de tanta exigencia con el radio de su brazo derecho recién recuperado, quiso acompañar a sus compañeros, entrenarse con ellos y luego ver el choque en la grada comentándolo con su inseparable Pepe Costa.

Varios motivos convergen en este episodio. Primero, que Messi se ha tomado muy en serio su papel de capitán que, mezclado con su obsesión por volver a ganar la Champions, le obligaban a encabezar la expedición. Así, pudo estar trabajando con el grupo para que sus compañeros entendieran la importancia del partido. Por otro lado, con 31 años, Messi ya no es el jugador cuya única obsesión era jugar. El palo de Roma, le ha hecho pensar en elegir bien los momentos. El partido de Milán era importante, pero no decisivo. Falta mucho aún.

Falta por saber cómo resuelve Messi el final de la recuperación. El pensamiento de que el domingo jugará aunque sea un rato contra el Betis. La pregunta es si merece la pena aventurarse a reaparecer con tres semanas de recuperación teniendo en cuenta que hay un parón de dos semanas.