Matías perdió sin el VAR y se quedó en cuartos
Cuerva salvó el día español: peleará por el bronce
En un día aciago en los Mundiales de Madrid, la única nota positiva para España llegó de la mano de Raúl Cuerva, clasificado en la repesca para luchar por el bronce el sábado: ganó seis de sus siete combates, y la derrota fue por 2-3 ante el francés Dacosta, favorito al oro. Otro que rozó las semifinales fue Matías Gómez, que cayó por 3-4 ante el chileno Joaquín González. Tuvo el empate y la clasificación en la mano, pero el seleccionador, Ángel Arenas, no pudo solicitar la revisión televisiva, el VAR: se había quedado sin esa opción en un combate anterior, porque se mantiene esa opción cuando se pide y se acierta. De lo contrario se pierde hasta las semifinales.
Todos los seleccionadores se ven obligados a tirar de la cartulina, con éxito en la mayoría de las ocasiones, pues por increíble que parezca uno solo ve más y mejor que los cinco jueces. Y Arenas acertó en la mayoría de sus peticiones, pero falló en una antes con Gómez, y eso le lastró contra el chileno: todos vimos el yuko, el punto del 4-4 a poco para el final de los tres minutos, menos los jueces: el chileno, 20 centímetros más alto, le había castigado con cuatro yukos, todos iguales. Matías había hecho un gran torneo, de menos a más, tras eliminar al congoleño Aymar Bimoko (1-1) por marcar antes, 3-2 al taiwanés Kuan Chien, y en los dieciseisavos de final aplastó 7-0 al serbio Milos Radojevic (un yuko y dos ippones).
Aciago.
Fue un día aciago para la delegación española: a Carlota Fernández le remontaron en el tercer combate para perder ante Irina Sharykhina por 2-3. Gemma Morales cayó en el primero, y Cristina Ferrer también se quedó fuera en los primeros lances. En hombres, Rodrigo Ibáñez perdió las opciones en su cuarto combate ante el japonés Ken Nishimura, y aunque parecía con opciones de repesca por la calidad del nipón, tampoco hubo fortuna porque falló el asiático.