Sin Trofeo, pero con ilusión
Nos sorprendía a mediodía la suspensión del partido del Trofeo, que pasaba de jugarse en Ferias a mediados de noviembre, pero tampoco se pudo dar. El hecho de que fuera un amistoso hizo que los jugadores del Lille se cansaran de esperar en el aeropuerto a un avión que no aparecía y el club galo tuvo que suspender el viaje. Es una lástima porque hubiese sido una buena piedra de toque para el Valladolid, el segundo de la liga francesa, sólo por detrás del todopoderoso PSG, pero con la climatología hemos topado.
Y, sin embargo, me quedo con la ilusión de las cerca de mil personas que acudieron al estadio. Puedo asegurar que había gente que no estaba enterada de la suspensión, pero pese a la desilusión inicial, después le dio igual al ver que los jugadores se entrenarían a puerta abierta en Zorrilla. Me gustó ver los muchos niños que había en la grada, pese a ser un entrenamiento. Y es que era muy buena hora para que los más pequeños blanquivioletas tomaran contacto con el equipo. Se mueve algo en la ciudad, en la afición blanquivioleta. La ovación y los aplausos al equipo después del entrenamiento hablan a las claras del alto grado de entusiasmo que hay en la ciudad con este equipo. De todos depende que no sea algo pasajero, sino que sea la semilla para que el club crezca en todos los sentidos.