Ipurua está pendiente de un convento para crecer
Trabas de las monjas con un terreno para la ampliación
Con la Iglesia hemos topado a dos días de la visita del Madrid. Eso podría pensar el Eibar en su afán por remodelar Ipurua durante su tránsito por la élite. Debido a la ubicación del estadio, en mitad de la ciudad, el proyecto sólo contemplaba la expansión por unos terrenos que pertenecen a un viejo convento de monjas, el de la Concepción, que actualmente está abandonado.
El problema se remonta a 14 años atrás. Por entonces, el ayuntamiento de la ciudad armera y la iglesia se pusieron de acuerdo en la cesión de 5 metros de terreno secular para el desarrollo de un campo de fútbol que permitiera entrenarse a equipos de base y realizar actividades deportivas municipales. Y al fin, hace apenas unos meses, el Consistorio consiguió la expropiación de los terrenos del convento, con una indemnización de 4,5 millones de euros. Un paso que, al fin, permitiría la expansión de Ipurua, un estadio que, aunque muchos no lo sepan, no es propiedad del Eibar, sino del propio ayuntamiento de la ciudad.
El objetivo, afirmó el club, es que “la tribuna esté operativa al comienzo de la temporada 2019-20, con un aforo final de 8.050 espectadores”. Sin embargo, y con los trabajos a mitad de camino (la zona anexa al estadio ya ha sido derruida), Juan Luis Cristóbal, representante legal del convento, interpuso una denuncia, que ha paralizado las obras.
El club ha hecho saber que esta demanda llega por puros “intereses personales”. El abogado pide 160.000 euros y un puesto como consejero para el permiso de acceso a las obras de la maquinaria necesaria y el Eibar le ofrece 10.000. También se especuló con que debía ser el Papa Francisco el que diese validez a la expropiación, pero la Orden de la Inmaculada Concepción aclaró que sería la propia congregación la que se haría cargo del asunto.