Hinchas de River atacaron el bus de Boca y la final se suspendió
El partido se jugará hoy a las 21:00 horas Pablo Pérez y Lamardo resultaron heridos
La vuelta de la final de la Libertadores volvió a suspenderse. Esta vez no fue por motivos meteorológicos sino por los graves incidentes que se produjeron a la llegada de la plantilla de Boca al Monumental. El drama fue total. El autobús que transportaba al equipo sufrió la violencia de los hinchas de River, que sobrepasaron el control policial.
En su afán por recuperar el control, la Policía aplicó gas pimienta para dispersar a los aficionados y afectó también a los jugadores, que llegaron en malas condiciones al Monumental. Carlos Izquierdoz, Pablo Pérez y Carlos Tévez eran de los más efectados y tuvieron que recibir asistencia médica. Desde la dirigencia de Boca apuntaron que todos los jugadores estaban con secuelas.
“Nos tiraron de todo”, se quejó el capitán Pablo Pérez a Fox Sports. El capitán de Boca y su compañero Lamardo tuvieron que ir al hospital donde se les dio la baja médica. “Tiraron gas pimienta, piedras, de todo”, denunció Juan Carlos Crespi, dirigente.
“Fue muy confuso, evidentemente las fuerzas de seguridad fueron desbordadas, había mucha gente. Para protegernos tiraron gases lacrimógenos y los gases ingresaron a los buses”, detalló el directivo César Martucci. Asimismo, Radio La Red informó de que el conductor del autobús de Boca estuvo tirado en el vestuario, donde varios jugadores se encontraron descompuestos y fueron atendidos por los médicos de CONMEBOL, a petición de la entidad.
A raíz de estos incidentes, el partido, que estaba programado para las 21:00, se retrasó hasta las 23:15, a pesar de que tanto Boca como River pidieron la suspensión del partido, algo a lo que se negó la CONMEBOL en un principio. “Nos están obligando a jugar. Tenemos a tres compañeros que no están bien físicamente”, dijo Tévez en los vestuarios del Monumental.
Representantes de ambos clubes se reunieron varias veces durante la tarde con dirigentes de la CONMEBOL para intentar postergar el encuentro. Mientras, en los aledaños del estadio, comenzaba una batalla campal entre cientos de hinchas que intentaban acceder al estadio sin entrada y la Policía.
Con todo este caos, a las 23:30, hora española, se anunció que el partido se aplazaba al día de hoy, con público, a las 21:00 horas. “Ninguno de los dos clubes quería jugar. Se desnaturalizó el partido. No se juega hasta mañana, y será con público”, dijo Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL.
Suspensión Ambos clubes pidieron a la CONMEBOL no jugar el partido