Samoa venció en una visita histórica a Madrid
España aguantó 40’ ante la exhuberancia física de los polinesios
Por primera vez en la historia, España se midió a Samoa. Fue en el Central de Madrid, ante unos 10.800 espectadores que enmudecieron con la ‘haka’ de los polinesios: el Siva Tau.
Samoa salió por primera vez en la historia al Central de Madrid y lo enmudeció con el Siva Tau, su ‘haka’, que resonó en toda Moncloa y dejó helados a los cerca de 10.800 presentes. Su visita, la de un clásico del rugby que ha jugado ocho de nueve mundiales, confirmó el crecimiento de España, acostumbrada largo tiempo a jugar contra equipos menores.
Su premisa fue clara desde el principio: golpear duro y marcar territorio. Hasta tres bajas sufrió España en ese accidentado inicio: Peluchon, Guillaume y De Marco. El primero, tocado desde un placaje retardado que no vio el árbitro irlandés Frank Murphy. De acudir al TMO, habría sido roja.
No lo hizo, y en el 12’ el propio Peluchon adelantaba al XV del León pasando entre palos una infracción samoana antes de irse con el brazo en cabestrillo. A partir de ahí, lo que había sido un acoso español se invirtió. España tuvo que apretar en defensa y, aún así, Samoa encontró los huecos. En el 17’ un error en el posado de Fidow evitó el primero pero no acabaron ahí los embates y en el 23’ Usarraga pescaba en una abierta samoana evitando una defensa agónica en la 22.
Parecía que los Leones llegarían maltrechos pero vivos al intermedio, hasta que Treviranus, a la salida de un ruck, rompía por el centro y descargaba para que el capitán Jack Lam hiciera el primero. 3-7 al descanso y una España muy mermada físicamente sin gasolina en el depósito.
La segunda parte empezó como terminó la primera, con Samoa viviendo en terreno español. Treviranus se colaba en una salida de melé y posaba el segundo ensayo para los de Steve Jackson. El Central se apagaba hasta que apareció Richard Stewart en el 56’, anticipándose al ataque samoano para interceptar y posar la única marca del día para los Leones. España estaba a tiro de ensayo con 25 minutos por delante. Poco duró la alegría, aplacada por un ensayo de Lee Lo en el 59’ y otro de Fidow en el 68’. Como nota positiva, queda que se dio la cara otra vez ante un equipo de Mundial. Y ya empieza a ser costumbre.