Reparto, negocio y oxímoron
Tristes. Así andan algunos exconsejeros del Numancia. Cariacontecidos, así andan los aficionados. Vaya por delante que cada uno en su casa, y con su dinero, hace lo que quiere. Pero no deja de ser curioso (no encuentro adjetivo suave) que en dos meses haya un reparto que beneficia a la empresa compradora, repito dos meses después. Se puede por Ley, perfecto. Se puede por narices, muy bien; pero permitan que recuerde a la mujer del
César. La imagen, el decoro, la impresión twitera, la expansión en un fútbol moderno, debe tener consecuencias para donde estás y para quien cada domingo sufre mucho más de lo que pensamos. El soriano de siempre, no el nuevo (soriano) que se sube a un carro como plataforma de lanzamiento personal. Cuidar la imagen es no protestar a los camareros por los montaditos del Palco
VIP, y si lo haces hacerlo con educación y apartado del resto.
Dije hace años que al socio (y ahora al accionista) le deben regalar una caja de trankimazin, que sean dos, una por lo deportivo otro por los despachos. Airados e ímprobos esfuerzos dejan al club tocado, por ejemplo en lo económico y es que surgen dudas…¿y ahora hay dinero para fichar cuatro jugadores en invierno? Si vienen cuatro, otros tantos salen y hay que pagarles indemnización ¿llegará el dinero?. Si se han tardado años en tener un remanente, ¿ha sido esta la finalidad de tener ‘cash’, de no fichar a jugadores y así la operación de comprar el club estaba cerrada hace meses y las negociaciones años, y su valor patrimonial y de mercado mayor?. Como dice algún directivo, oxímoron.