El Mundial tendrá que esperar a Tenerife
Emboscada turca en Ankara y actuación arbitral de tono rojizo
Un gran Semih Erden, un ambiente muy caliente en Ankara y una actuación arbitral de tendencia casera dieron la victoria a Turquía (71-67). La Selección tendrá que esperar al partido del domingo contra Ucrania para sellar su clasificación al Mundial 2019.
El Mundial tendrá que esperar al fin de semana. Una emboscada en Ankara, cocktail de un ambiente caliente, una pasión desenfrenada de una selección liderada por un gran Semih Erden (16 puntos) y una actuación arbitral de tono rojizo, empujaron a Turquía a ganar y a retrasar la clasificación matemática de un equipo que volvió a merecer un aplauso y que presentó en sociedad a otro talento, Darío Brizuela, que ya ha levantado la voz en la ACB, es el segundo máximo anotador de la competición nacional y jugó un partido bravísimo. España perdió, sí, pero jamás se venció y demostró que este grupo de las Ventanas ha creado un estilo propio que, muy probablemente, obtendrá el premio que merece el próximo domingo en Tenerife contra Ucrania. Y habrá que estar allí para aplaudirles.
La misión de Ankara era de máxima dificultad pero la Selección de las Ventanas ha generado una atmósfera de confianza impensable hace año y medio. Bastó pasarse por el entrenamiento matinal para saber que España no jugaría entregada pese a la teórica ventaja de Turquía, que tenía seis jugadores de Euroliga. No era fácil, especialmente porque Semih Erden, castigado a sus 32 años pero con una tremenda envergadura, estaba gobernando bajo los aros (7 puntos de los 15 de Turquía en el primer cuarto). Scariolo pensó rápido y le puso picante al partido: Darío Brizuela. Su segundo cuarto fue explosivo con 13 puntos. España llegó más que viva al descanso gracias a ese ‘momento Estudiantes’. Por un momento coincidieron cuatro canteranos en cancha (Saiz, Jaime, Brizuela y Beirán). Felicidades al Ramiro de Maetzu.
Subieron los decibelios en Ankara y se peleó por cada tablón de madera del Sport Salonu. La permisividad arbitral con los turcos fue evidente. En la guerra de guerrillas, Turquía empezó a ganar el partido con un estirón peligroso al final del tercer cuarto. Quedaba el comodín Brizuela y la ‘zona Scariolo’. España resistió las embestidas de Turquía, con diferencias de cuatro puntos, y llegó al último minuto con 67-67 gracias a un canastón de Jaime Fernández. Semih Erden, enorme, anotó para Turquía a 32,3 segundos (69-67). Scariolo respetó los galones y Quino Colom se jugó la última bola como ante Letonia en el Palacio. Pero esta vez las musas no bajaron a visitarle y España cayó. Pero de pie. En Tenerife le espera una fiesta, merece dársela.