Garitano sube del filial tras la destitución de Berizzo
Decisión fulminante de Urrutia después de tres meses sin ganar
La espiral de malos resultados (una victoria, en la primera jornada y de milagro, en catorce partidos, lo que significaba cien días sin sumar tres puntos de golpe) y una dinámica hacia el descrédito con mil bandazos abocaron a la destitución de Berizzo en el Athletic. El expresidente Josu Urrutia, actualmente en la comisión gestora que conforman tres personas a la espera de elecciones, no es dado a los ceses pero esta vez no tuvo más remedio que plegarse a la realidad. Aunque la plantilla estaba con el técnico “al doscientos por ciento” y el entrenador ha cambiado de rumbo en varias ocasiones, había perdido las riendas. Este verano el mandatario rojiblanco ya cortó el año que le quedaba a Ziganda. Dos borrones tras la etapa de Bielsa, que tampoco estuvo brillante en su segunda campaña, y la larga de Valverde, aunque el último de sus cuatro cursos no fue para enmarcar.
Berizzo vive su segundo cese consecutivo, ya que está a punto de cumplirse un año de su caída en el Sevilla. Le comunicaron el despido en Lezama, y los jugadores quedaron muy afectados. A las 12:45 horas momentos después de hacerlo Urrutia, el ya exentrenador del Athletic salió de la factoría rojiblanca en su coche sin querer hacer declaraciones.
Berizzo ya no dirigió el entrenamiento de ayer. Lo hicieron Pablo Fernández, preparador físico, y Carlos Kisluk, técnico de porteros, con unos minutos de ejercicios. Gaizka Garitano, técnico del filial hasta el momento, toma las riendas. Llega al banquillo del Athletic como su padre, Ángel Garitano Ondarru, con Mané, en 2006 tras la destitución de Félix Sarriugarte. Los dos en situaciones dramáticas. Se estrenará mañana en Copa ante el Huesca.