Que todos sepan quién manda
Podría ser un cántico para el estadio Santiago Bernabéu. Algo así como: “¡Que se entere todo el mundo quien manda en el vestuario del Madrid!”. Ayer el propio Zinedine Zidane ha propuesto, de cierta manera, la letra de dicha canción. Su contundente respuesta a una pérfida pero interesante y legítima pregunta sobre su poder me ha parecido muy útil. Ante todo para quitar de un plumazo
todas las fantasías que existen, y que siempre han existido, alrededor de la influencia de los directivos del Real Madrid sobre las alineaciones. Resulta sorprendente que algunos incitan a la sospecha en este apartado cuando se trata del equipo blanco, pero nunca hablan de los demás clubes. Debe de ser porque el Madrid es el más grande, el más interesante, el que más “vende”, el que más permite que ciertos comentaristas y analistas se luzcan a su costa...
Zidane piensa y vive como un hombre de club, fiel y honesto. Sabe perfectamente que la política de fichajes se hace de mutuo acuerdo con la directiva y lo acepta. Incluso lo ve lógico, ya que un jugador se ficha por cuatro, cinco o seis años y raramente un entrenador aguanta tanto en el banquillo.
Pero con lo que le dan, Zizou hace lo que quiere y seguirá haciendo lo que quiera. Mi compatriota ha dejado las cosas muy claras y ha espantado todas las dudas al respecto. El técnico ha declarado, incluso, que si no tuviera todo el poder para el once y los suplentes se marcharía. Y hay que creerle porque este profesional se deja guiar por el sentido de la justicia, no por el politiqueo y la diplomacia barata.