El Madrid de Garuba gana la Euroliga júnior
Mario Nakic, MVP: 33 puntos y 41 de valoración
En 2015 fueron Doncic, Yusta, Barreiro y compañía y ahora son los Garuba, Nakic, Sylla, Queeley, Tisma, Samar, Mejías, Rubén López... un gran bloque con muchos jugadores prometedores, que es de lo que se trata más allá de los títulos. El Madrid es campeón de Europa júnior (Sub-18) por segunda vez desde que se creara el torneo de la Euroliga en 2003. Y lo es con una actuación estelar del alero balcánico Mario Nakic, hijo de Ivo Nakic, compañero de Petrovic en la Cibona. Récord de anotación y valoración en una final. Terminó con 33 puntos (7 de 13 de dos, 1 de 3 en triples y 16 de 19 desde la personal), 8 rebotes y 4 asistencias para 41 de valoración. Y también con la labor impagable del senegalés Amar Sylla, que lleva una progresión que le acerca a la élite: 16 tantos,
14 capturas, 6 pases de canasta y 5 tapones para 40 créditos. Mientras que Usman Garuba añadió 5 gorros a sus 21 puntos para 25 de valoración, 22,2 de media en el torneo.
Cuatro torneos clasificatorios, 32 equipos y una fase final en Vitoria en la que los blancos han arrasado. Cuatro triunfos ahora sin mácula en la fase definitiva y cuatro antes en Múnich, durante la clasificación en enero. Los de Mariano de Pablos se van de Vitoria con el trofeo y con una sensación de superioridad abrumadora. Han encadenado cuatro victorias por una diferencia media de 29,5 puntos, ocho días después de ganar el campeonato de España al Barcelona.
El Mega Bemax serbio fue el rival más duro para el Real en el Adidas Next Generation (así se llama oficialmente el torneo), aunque su calidad (grandes movimientos del interior Aleksandar Langovic) no le bastó. Arrancó fuerte y centrado (5-9), pero se desenganchó sin solución en el segundo cuarto ante el despliegue defensivo madridista y el talento extraordinario de Nakic y de Garuba. Pero había más, la gran labor de Sylla y su intimidación, la enorme defensa del inglés Queeley y la visión del esloveno Ziga Samar.
Los jugadores del Madrid acabaron cantando en la grada abrazados a sus familiares y amigos aquello de “campeones de Europa”.