“Me retiro para poder atender a mis ‘hijas”
Maite Zugarrondo tutela a dos sobrinas menores
Tras cinco temporadas en el Bera Bera, a una semana del final de Liga que aún pelea su equipo con el Rocasa canario, Maite Zugarrondo (Pamplona, 30 años) tomó la palabra para decir adiós: “Me vuelvo a Pamplona. No puedo compaginar mi vida como madre soltera con la práctica del balonmano profesional”.
Maite lleva dos años atendiendo a dos sobrinas, hijas de su hermano, que mantiene tuteladas, y en su adiós tuvo palabras de elogio para el club, que permitió que viviese en un piso con ellas en vez de compartirlo con otras compañeras, como es la norma. También agradeció a sus
compañeras el trato que le han dispensado “porque han sido unas auténticas izebas (tías en vasco)”, dijo. Seguramente en un deporte con mejores salarios Maite se mantendría en el balonmano profesional, “porque con un mejor sueldo podría contratar a una persona que cuidase de ellas (la mayor tiene seis años) cuando yo viajase”, ha asegurado la navarra, pero los sueldos en el balonmano femenino (y en muchos masculinos) no superan los 1.500 euros.
Parece probable que Maite, en su regreso a Pamplona, pueda seguir vinculada al balonmano en otras facetas burocráticas, aunque en cualquier caso esta jugadora que salió del Anaitasuna y pasó por el Alcobendas tiene la titulación de enfermería y espera poder vivir de su otra profesión con la ayuda de su familia en Pamplona, donde residen sus padres.