Williams, tanteado por el Manchester United
Los ‘red devils’ pensaron en él como relevo de Lukaku
EI Manchester United ingresó 80 millones de euros con el delantero belga Lukaku desde el Inter y lanzó sus redes entre varios de los arietes más afamados del planeta europeo. Iñaki Williams gustaba y mucho al cuadro de Old Trafford, pero los 88 millones de su cláusula, la premura de una operación ante el cierre del mercado inglés y, sobre todo, el deseo del delantero del Athletic de seguir en Bilbao, complicaron en demasía la operación. Williams, máximo artillero de la pretemporada rojiblanca, se queda en San Mamés, donde tiene un contrato firmado de larga duración hasta 2025. Sin embargo, la amenaza de la Premier League, donde se mueve más dinero que en España, no se esfumará del todo.
Fue un alivio tanto para el entrenador del veloz punta, Gaizka Garitano, que ya le ha otorgado galones de ‘9’, como para el director deportivo, Rafa Alkorta. Ambos estaban medianamente tranquilos en las últimas horas al ver que pese a los rumores de un asalto sobre la bocina del conjunto inglés, Williams no les había comunicado nada ni avisado de ningún movimiento que saltara la banca. No obstante, la preocupación en Ibaigane con Williams es latente cada vez que se abren los mercados, sobre todo el inglés. Sigue en la órbita del Liverpool, United, Chelsea y City; y en Italia, del Inter y de la Juventus. También ha habido interés por parte de algún club de la Bundesliga.
En Bilbao su cláusula se va ampliando cada seis meses y acabará en 108 millones en junio de 2025. Williams, brillante en esta pretemporada, es una pieza capital en el devenir de un Athletic sin caras nuevas.
En la horquilla de posibles sustitutos de Lukaku en el United se situaban varios arietes en unos últimos días plagados de especulaciones. Entre ellos, el exleón Llorente, liberado por el Tottenham y que se está entrenando en Marbella barajando varias opciones, incluso de Boca Juniors y Flamengo. También sonó el croata Mandzukic, de la Juventus de Turín.
Lealtad El deseo del delantero de seguir en Bilbao pesó más que su cláusula