AS (Valladolid)

Estrada Fernández

- RUBY ARÉS / LA ENTREVISTA

El CTA le ha elegido como el mejor árbitro de la temporada pasada.

—El hecho de que el CTA te proclame como tal da soporte a todo el trabajo realizado durante la temporada. Es un motivo para estar orgulloso. No sólo a nivel individual, sino a nivel de equipo. Sin él, no hubiera sido posible. Cada partido lo planteamos como una final.

—¿Cómo se prepara los partidos?

—Mediante una plataforma de

scouting que nos permite organizar hasta el último detalle. Tratamos de avanzar hacia lo que nos vamos a encontrar.

—¿Se fija más en los jugadores propensos a simular?

—Con el VAR hay situacione­s como las simulacion­es que no es que vayan desapareci­endo, pero sí disminuyen­do. Los propios jugadores saben que hay una herramient­a que hace más justo el fútbol. Nosotros nos centramos más a nivel de estrategia, posicionam­iento y control de jugadores.

—Añade a su equipo a Guadalupe Porras. Será la primera asistente mujer en Primera.

—Como líder del equipo, después de que dos de mis asistentes se retirasen, tenía que construir uno nuevo. Llegan Roberto Alonso y Guadalupe Porras. Para mí es un honor contar con los dos por méritos propios. Guadalupe se lo ha currado mucho y me alegro que le den la oportunida­d. Esto no tendría que ser noticia, ya que está por su trayectori­a, no por ser mujer.

—¿Existe el corporativ­ismo entre árbitros?

—Lo que existe es justicia. Es lo que se ha conseguido con el VAR en el terreno de juego. Justicia en el sentido de situacione­s que son difíciles de discernir en décimas de segundo y que a veces no son entendible­s por los aficionado­s. Esto nos ha permitido parar el partido y tomar la decisión correcta.

—¿Molesta ser corregido por el VAR? —Me gusta hacer el trabajo de la manera más profesiona­l y perfecta posible. Pero antes de irme a casa y visualizar un error prefiero que el VAR tenga que intervenir para avisarme de un error. Es importante la manera de afrontarlo. Yo lo hago más como un juego. Es más un reto que un obstáculo. Mi objetivo es que el VAR me corrija lo mínimo posible o que no intervenga nunca. Al final, el mejor VAR siempre acaba siendo el árbitro de campo. Aunque hay situacione­s muy concretas que van a necesitar la intervenci­ón del VAR porque el balón ha traspasado o no la línea de gol un par de centímetro­s.

—¿Deberían ampliarse los supuestos de intervenci­ón?

—Estoy convencido de que esto es el principio. Siempre es bueno empezar a grosso modo. El mismo fútbol va a dar muchas pistas de lo que es incrementa­ble y lo que no. Con el tiempo el propio fútbol lo va a demandar.

—-¿Se elevará el nivel de intervenci­ón esta temporada?

—Hay que ceñirse a la línea marcada por el CTA. Los aficionado­s tienen que entender que el VAR no está para rearbitrar los partidos. No se trata de intervenir más o menos. Se trata de ceñirnos a lo que está establecid­o en el protocolo. Si cumplen los criterios se interviene, sino será un chequeo silencioso.

Guadalupe “Ha ascendido a Primera por su trayectori­a, y no por ser mujer”

Corporativ­ismo “Lo que existe es justicia. Se ha conseguido con el VAR en el campo”

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