Marc Gasol jugará su partido 111 en un año
El pívot ha disputado 53 encuentros con los Grizzlies, 50 con los Raptors y siete con la Selección
En su libro Viajes con Charlie, John Steinbeck emprendió un road trip de 16.000 kilómetros para intentar explicar la realidad social de EE UU. Viajes con Marc Gasol podría hacerle fuerte competencia si el pívot decide hacer las memorias de esta temporada que aún no ha terminado para él. Marc jugará hoy su partido oficial número 111. Los primeros 53 fueron en su querida Memphis, donde vivió unos meses finales algo agónicos y con mucha carga emotiva. Marc era un ciudadano más allí. Incluso uno de sus hijos nació en esa ciudad...
En febrero, Marc llegó a Toronto para completar el puzle de Nurse, que cuatro meses después ganó el anillo. Jugó otros 26 partidos de fase regular y luego 24 de playoffs. Terminó extenuado, “echando humo del malo”. El 19 de junio aterrizó en Barcelona y el 26 ya se preparaba el Mundial.
Marc ha sabido hacer lo más difícil. Jugar con un apellido que pesa, ser el líder de un equipo sin que los números más populistas te respalden y no meter la pata. Corazón, sí. Galones, también. Pero sobre todo cabeza.
Ni siquiera contra Australia trató de abusar. Scariolo quiso que se convirtiese en una amenaza y así lo hizo. Cuando al fin se desparramó el ketchup, no sólo disfrutó él. Se transformó en un peligro. Marc suma 14,4 puntos, 5,3 rebotes y 3,7 asistencias. Pero su gran dato es
que cuando él juega, España está 13 arriba.
Su sabiduría es mucho más preciada en estos días en los que el cansancio te agota y hay que tirar de la preparación que se ha hecho años atrás con, por ejemplo, su preparador físico Joaquín Juan. A eso ayuda también la alimentación, que Marc ha convertido en uno de los mantras de su carrera. Es el hombre que cultiva sus propios productos pero que también recuerda a sus primeros entrenadores. Una cabeza privilegiada para entender el juego y soportar momentos de presión como esos dos libres para forzar la segunda prórroga ante Australia, que a quién no recordaron a los dos que lanzó su hermano con el quinto metatarsiano roto el día de Argentina. “Me beberé 200 cervezas”, dijo el día que ganó el anillo. La cosa está para doblar la apuesta.