Punto de oro y juego irregular

No acabó de convencer el Valladolid ante Osasuna. Momentos buenos y algunas lagunas. Me pareció justo el empate y creo que, de haber ganado alguien, fueron los navarros los que más cerca estuvieron de hacerlo. Atacó el equipo de Sergio González como pollo sin cabeza en muchos momentos del choque. Loables los intentos de Waldo, descarado y vertical, pero sin efectividad.

Faltó compenetración entre Plano, Guardiola y Unal en cada una de las llegadas. Por cierto, el turco estuvo lento y desacertado. Urge que vuelva Sandro porque el escalafón de esta temporada es claro, Guardiola y Sandro los titulares y Unal el tercer hombre para salir desde el banquillo. El sábado en Villarreal Enes Unal no podrá jugar por contrato en la cesión y el canario deberá ser de la partida.

Me gustó Pedro Porro, mucho más en ataque que en defensa. El extremeño es muy útil en el aspecto ofensivo y va a dar mucho, pero el equipo necesita mecanismos defensivos que compensen las alegrías ofensivas de los laterales que tienen que existir. Flojo Míchel. Demasiado juego horizontal y poca gasolina para ser el único hombre en el que se ha basado la capacidad creativa de esta

temporada para el conjunto blanquivioleta. Y dudas defensivas que permitieron mucho al rival. Kiko Olivas regaló el gol abandonando la marca del Chimy Ávila. Y de lo mejor Hervías, que salió a comerse el campo y que parece recuperado. Y al final, punto de oro, pero que no debe tapar las realidades de un Valladolid que sigue sin estar totalmente afinado pero que debe seguir remando.