Óscar rescata al Leganés
El centrocampista culmina la remontada local con un golazo en el minuto 94 Isak había adelantado a los donostiarras
Los milagros se esconden en espacios reducidos. La bota de Óscar es minúscula, apenas un 42 con quilates engarzados en cada dedo de ese pie derecho que dibuja obuses. Así, violentamente, logró el de Los Navalmorales clavar la pelota en la escuadra de falta cuando el crono caminaba por el alambre del descuento. Gol en el 94’ y remontada de un Leganés que vivió al borde del precipicio tras un grave error de Soriano. Remiro lo paró todo hasta que Omeruo, primero, y Óscar, ya en el último suspiro, regalaron tres puntos que permiten igualar al Mallorca, frontera de la esperanza.
La jornada inició tan propicia, que, goleada mediante, había opciones de abandonar el pozo. Aguirre y sus muchachos se pusieron a ello escupiendo insolencia de unas botas que robaron el esférico a la Real. Inaudito por el enemigo y porque los pepineros son el equipo con tenencia lícita más baja de la Liga. Sólo un 41,8%. Su otro mal es la pegada. Pecado recurrente que se repitió para encumbrar a Remiro como muro de lamentaciones locales. Lo paró todo. Especialmente en el minuto seis, cuando su pie derecho ahogó un aullido de gol seguro. Braithwaite no se creía el milagro.
Hubo más antes y después de la tormenta de incredulidad que desató Soriano y su pecaminoso despeje prólogo del 0-1 (20’). Violó toda norma defensiva. Sangalli la robó y armó la contra que remató Isak, fábrica sueca de goles a la espera del perdón a Willian. El 0-2 podría haberse gestado en un penalti de Silva a Januzaj (28’) que, incomprensiblemente, no se pitó tras dos minutos de revisión.
La medicina del descanso mermó la fiebre hasta que Omeruo, tras un córner, inyectó vitamina de gol. Arrancaba otro duelo con Kevin (el mejor pepinero) ligando todas las salsas, aunque siempre les faltaba un punto de sal. Imanol agitó el árbol con Odegaard y Willian José (pitado). El contrapeso de Aguirre fue quitar a Kevin y dibujar un 5-3-2 fugaz que retornó a 5-4-1. El Vasco firmaba el empate dando entrada al héroe del día. Lo que no sabía es que al chaval le quedaba un obús.
Mala actuación Error mayúsculo de Soriano en el tanto visitante