Machís acaba con el gafe
El Granada por fin ganó a domicilio y se impulsa hacia Europa Osasuna, en su peor versión con Arrasate
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EI Granada quería espantar su mala racha a domicilio (ocho derrotas seguidas y seis partidos sin marcar) y lo hizo de una forma ruidosa. Con una goleada que provoca un frenazo en la ilusión de Osasuna. Se enfrentaban en El Sadar dos equipos ascendidos y con dos buenas trayectorias en su regreso a la élite. Los rojillos con 31 puntos y el Granada con 33 sabían que una victoria supondría un paso importantísimo hacia la permanencia. Regresaba Diego Martínez a Pamplona y los navarros, tras la victoria en San Mamés querían otra seguida.
Las cosas se pusieron complicadas para Osasuna pronto, en el minuto tres, cuando Aridane (¡qué mañana la suya!) cometía un error que aprovechaba Machís para meter un bonito gol con la zurda. Mala noticia para los locales sabiendo lo bien que está defendiendo del equipo de Diego Martínez este año. Los de Arrasate lo intentaban por la banda izquierda. En el
17’, Ibáñez desaprovechó una buena ocasión.
A Osasuna le costaba meter ritmo a causa de la solidez defensiva de los granadinos, que jugaban con las líneas muy juntas. Trataba de meter a estos en su área, pero le faltaba llegada. En el 26’, Enric Gallego veía cómo le anulaban un gol, pero fue el Granada, de nuevo por medio de Machís, quien anotaba el segundo, aprovechando una contra y ganando la espalda a la zaga rojilla. Osasuna no estaba fino y al filo del descanso, era Foulquier quien anotaba el tres a cero después de ganarle la partida a Estupiñán.
Arrasate no movía el banquillo pese al resultado tras el descanso. El Granada seguía buscado el gol y a punto estuvo de lograrlo por medio de Soldado. Continuaba con su exhibición ofensiva y de pegada y a Osasuna no le salían las cosas en uno de los peores partidos de los últimos tiempos. La defensa estaba desafortunada y el centro del campo no presionaba como en otras ocasiones. El Granada continuó con su recital y Arrasate daba entrada a Mérida, Arnáiz y Adrián para tratar de cambiar el sino del partido. No hubo forma.
Arrasate Metió a Mérida, Arnáiz y Adrián, pero nada cambió