La primera victoria no sirvió para salvar la categoría
Ala Ponferradina no se le da nada bien históricamente jugar fuera de casa en Segunda División, pero hay estadios donde parece crecerse ante la adversidad. Uno de ellos es el próximo que ha de visitar, el Heliodoro Rodríguez López, donde el equipo que hoy dirige Jon Pérez Bolo sólo ha perdido en una de sus seis visitas y ha logrado tres victorias y dos empates.
Los buenos recuerdos de Tenerife para los aficionados bercianos se remontan a su primera temporada en Segunda, la 2006-2007. En mayo de 2007, cuando el descenso rondaba y Jesús Tartilán había sustituido a Pichi Lucas en el banquillo, un gol de Ramón Pereira certificó la primera victoria en Segunda División como visitante, escaso consuelo para un equipo que acabaría descendiendo.
Ascenso. La siguiente victoria llegó en junio de 2012, con en la final de la fase de ascenso a la categoría de plata. La Ponferradina llegaba al Heliodoro defendiendo el 1-0 de la ida y terminó ganando 1-2, con goles de Yuri, que ya había marcado en El Toralín, y Didac. El postrero tanto de Kiko Ratón para los tinerfeños no impidió que los blanquiazules celebraran su tercer ascenso.
La última vez que la Ponferradina ganó en Tenerife fue en la temporada 2014-15, ya con
2006-07
los dos equipos en el fútbol profesional. En esa ocasión, un gol de Sobrino fue suficiente para sumar la victoria en una temporada en la que los bercianos se quedaron a las puertas de jugar el playoff de ascenso a Primera División.
En el lado opuesto, la única derrota de la Ponferradina en el Heliodoro se produjo en marzo de 2014 y fue especialmente dolorosa, ya que el Tenerife le endosó una ‘manita’ con un ‘hat-trick’ de Ayoze Pérez redondeado con otros dos goles de Aridane y Edgar.
La última visita berciana a la isla, en 2016, se saldó con empate a un tanto después de que Lozano adelantara a los locales y Raíllo empatara a quince minutos para el final de la penúltima jornada de Liga. El punto permitió a la Deportiva llegar al último partido con opciones de permanencia, pero una derrota en casa ante el Girona acabó abocando al equipo al descenso.