Algunos acusaron a LeBron de buscar un retiro dorado en L.A.

Los Lakers completan tres días mágicos con una versión majestuosa de su gran estrella

Tienes que recordarte a ti mismo que tiene 35 años”, dice Danny Green, escolta de los Lakers que ha sido campeón con Spurs y Raptors. Y Anthony Davis, un ala-pívot extraordinario que cumple su primera temporada en los angelinos con serias aspiraciones de ser elegido Defensor del Año, insiste: “¿El MVP? Solo tienes que fijarte en los dos últimos partidos...”. En esos dos últimos partidos los Lakers han derrotado a Bucks, el equipo con el mejor balance de victorias de la temporada, y Clippers, por primera vez un aspirante con galones al anillo y una franquicia que trata de ganar terreno en Los Ángeles, terreno laker.

En esos dos encuentros, el rugido de unos Lakers excelentes (49-13, el primer puesto del Oeste casi asegurado) ha sonado atemorizador a poco más de un mes de los playoffs. Y en ellos, LeBron James ha sido el mejor jugador en pista, por encima del MVP de la última temporada, Giannis Antetokounmpo (Bucks), y el de la última final, Kawhi Leonard (ahora en los Clippers).

En esos dos cara a cara contra sus teóricas némesis,

LeBron ha sumado 65 puntos, 15 rebotes y 17 asistencias (que han producido 38 tantos) con solo seis pérdidas de balón. En la temporada está en 25,7 puntos, 7,8 rebotes y 10,6 asistencias. En esta última estadística lidera la NBA, algo que no ha hecho nunca en una extraordinaria carrera que desafía a la lógica: en diciembre cumplió 35 años y lleva 17 en la NBA. En los últimos 16 ha superado el 25+5+5 por partido, algo desde luego nunca visto. Y los Lakers, que llevaban seis años fuera de playoffs por primera vez en su historia, van a por el anillo... con LeBron acortando distancias con Giannis en la carrera por el MVP. No solo sería el quinto para el alero de Akron: hasta ahora, solo Karl Malone lo ha ganado con 35 años.

Cerebro. “Hay pocos jugadores con su inteligencia. Los hay con un físico como el suyo, pero no tienen su cerebro”, dice Doc Rivers, que sufrió a LeBron cuando entrenaba en los Celtics y lo sufre ahora en la batalla de L.A. (dirige a los Clippers). La temporada pasada, cuando cambió Cleveland por California, muchos le acusaron de pensar solo en rodar películas, rumbo a un retiro dorado que pareció más cerca por una lesión de ingle. Sólo jugó 55 partidos y los Lakers no entraron en playoffs.

Así que LeBron dedicó el verano a rodar Space Jam 2... sin dejar de prepararse. Mandó instalar un gimnasio en el set de grabación de Warner Bros y siguió un régimen estajanovista de trabajo: “Cualquiera que me siga en redes vio que empezaba a entrenar a las 3 o las 4 de la mañana. Me preparo para que mi cuerpo y mi mente resistan lo que sea”. Esa es una de las claves del éxito eterno de un jugador único. Los Lakers han vuelto, LeBron nunca se fue.

Rugido Los Lakers han ganado a Bucks y Clippers en apenas 72 horas

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