Una sonrisa desde la guerra al virus
En Bérgamo, los médicos están decidiendo a quién curar y a quién dejar morir dependiendo de la edad y de las condiciones de salud. El coronavirus está reventando los hospitales y no hay espacio para todos. “Estamos como en la guerra”, declaró el anestesista Christian Salaroli al ‘Corriere della Sera’. “Quedaos en casa, no me canso de repetirlo. Sigo viendo gente por la calle. No tenéis ni idea de lo que pasa aquí dentro”. El Atalanta llegaba de aquella ciudad, del miedo que está ahogando Italia día a día, contagio tras contagio. El fútbol, allí, tuvo que parar sí o sí, pero la Champions nos quiso regalar una gran noche, hacernos olvidar las penas durante un par de horas.
La Dea conquistó en un Mestalla vacío la hazaña más grande de su historia merecidamente, a su espectacular manera y con un Ilicic
majestuoso, autor ya de 14 goles en este 2020, más que nadie en Italia. Un triunfo que llega en el momento más triste del país desde la Segunda Guerra Mundial
y que los tifosi no podrán ni celebrar. De un lado, queda la pena por no poder disfrutarlo a lo grande… De otro, la alegría de que, entre tanto agobio, hubo un motivo para sonreír. Toca hacerlo en casa, encerrados, como los coches de la policía nos llevan repitiendo todo el día. Pero tranquilos: Bérgamo, pronto, tendrá tiempo y más razones para volver a la calle y brindar. sanitarias de evitar aglomeraciones, como medida de prevención para evitar el contagio del coronavirus, la afición che priorizó estar con su equipo.