Y también hubo fútbol...
A pesar de la pandemia del coronavirus, seis partidos de Europa League se disputaron ayer Cuatro a puerta cerrada
El Wolverhampton definió en una frase la sensación que cualquiera que viera los partidos de anoche en la Europa League sintió: “Esto es un riesgo innecesario”. Ante la crisis causada por el coronavirus, el club inglés lo intentó de todas las formas no tener que viajar a Grecia para enfrentarse al Olympiacos, club cuyo el presidente, Evangelos Marinakis, fue diagnosticado con la enfermedad. Pero sin el amparo de las autoridades deportivas inglesas o europeas, el equipo de Nuno Espírito Santo fue obligado a ir a Atenas y acabó empatando por los griegos (1-1). Eso sí, a puerta cerrada.
El empate del Wolves en El Pireo fue uno de los seis partidos de ida de los octavos de final de la competición que fueron disputados por toda Europa. Mientras la UEFA sigue sin anunciar oficialmente la suspensión de sus competiciones y sólo canceló el Sevilla-Roma y
● el Inter-Getafe por fuerza mayor, doce equipos fueron obligados a pisar campo ayer. Seis a desplazarse a otros países en plena la pandemia mundial. Y si a la vez en los dos partidos jugados en Alemania y los otros dos en Grecia y Austria, en Turquía y en Escocia, los aficionados pudieron acudir normalmente a las gradas de los estadios de Basaksehir y Rangers.
El United goleó. En lo futbolístico, la noticia fue la abultada victoria del Manchester United en Austria ente el LASK: 0-5. Con las gradas vacías, en medio de un ambiente desangelado, el equipo de Ole Gunnar Solksjaer, con un once lleno de suplentes, logró sentenciar la eliminatoria gracias a un gran partido de Ighalo y tres goles marcados en los últimos minutos. El nigeriano marcó el primero, a los 30’, y participó en el segundo, de James (58’). En el tramo final se desató el acierto del cuadro inglés y Juan Mata (82’), Greenwood (92’) y Andreas Pereira
(93’) definieron la victoria. Los dos partidos en Alemania también se jugaron a puerta cerrada y los equipos locales acabaron derrotados. El Basilea aprovechó la depresión del Eintracht para lograr un marcador contundente en su visita a Frankfurt (0-3). En Wolfsburgo, el Shakhtar logró una importante ventaja (1-2) de cara al enfrentamiento de la vuelta.
En Estambul, la afición del Basaksehir de Robinho sí pudo ver desde la grada la victoria de su equipo ante el Copenhague (1-0).
Lo mismo pasó en Glasgow, aunque el Rangers de Steven Gerrard no tuvo la misma suerte y cayó ante el Leverkusen (1-3).
Con público Los partidos en Turquía y Escocia sí se jugaron con aficionados