En su debut ya registró un récord y ante el Atleti hizo 87,8m de esprint
Existe una estirpe de jugadores para quienes el esprint final no sólo es ese tramo del campeonato que sigue en el aire por el coronavirus. Son futbolistas tan atléticos que serían capaces de disputarle unos pocos metros al mismísimo Usain Bolt, en cuyo récord del mundo empleó una velocidad media de 37,58 kilómetros por hora. Y, entre esas liebres, el rey es Adrià Pedrosa.
El lateral del Espanyol, con una punta de 35,11 km/hora, es el velocista de LaLiga, el futbolista más rápido en las 27 jornadas que se han jugado, justo por delante del madridista Valverde y de Hernani, del Levante, los únicos capaces de alcanzar los 35 km/hora, según datos de la propia competición. Pedrosa, además, establece con esta plusmarca el récord de velocidad en la historia del Espanyol, al menos desde que la tecnología permite guardar este tipo de guarismos.
No es casualidad, y no por su apellido (nada tiene que ver con el motorista), ya que el mismo día de su debut, el 1 de noviembre de 2018 en la Copa del Rey ante el Cádiz, el zurdo ya estableció la mejor marca perica de siempre con 35,03 km/hora. Y su salto a la fama se produjo en el
Números
Espanyol-Atlético de Madrid del curso pasado, el 4 de mayo, cuando corrió 87,8 metros con el balón pegado al pie hasta acabar provocando un autogol de Diego Godín.
No hace ni un mes, el 27 de febrero, se midió Pedrosa en
Cornellà con uno de los pocos jugadores que superan su rapidez: el atacante del Wolverhampton Adama Traoré. El de L’Hospitalet es el velocista de la Premier con 36,2 km/hora, lo que demuestra que siempre hay margen de mejora.