Montse Tomé
juego en categorías inferiores. Es una responsabilidad y un orgullo.
—También dirige la Selección promesas, ¿cómo surgió?
—Es un escalón que se necesitaba. Ahora tenemos la figura del director deportivo, que es Jorge Vilda. De él ha salido la idea de crear esta nueva Selección, que es el escalón último. Estoy muy agradecida porque se me dio la oportunidad de dirigirlas.
—Jorge Vilda ha sido su gran valedor como entrenadora, incluso es su segunda en la Absoluta.
—Nos conocíamos de vernos en mi etapa como jugadora. Jorge me conoció en el curso de entrenadores. Él era mi profesor de táctica y empezamos a tener más relación. Es un entrenador con mucha experiencia y las ideas claras. Sabe lo que quiere transmitir, siente el juego y tiene en la cabeza un modelo claro, y eso es muy importante. Tengo la suerte de poder estar donde estoy. Me encanta lo que hago y puedo disfrutarlo.
—Cuando era jugadora, ¿se imaginaba dónde iba a llegar el fútbol femenino?
—No, no me lo imaginaba. Siempre he jugado por pasión, desde que empecé este amor por la pelota he jugado por diversión. No me esperaba poder vivir del fútbol, he estado cinco años de profesional y no me esperaba vivir del fútbol como entrenadora. Ver a compañeras que juegan en estadios llenos, que las conocen... son modelos sociales.